Miguel Ángel apareció muerto misteriosamente y, además, a su cadáver le faltaban órganos como el corazón y parte del hígado. Todo comenzó en 2005, cuando el hombre inició desde Guecho (Vizcaya) un viaje por Europa que le llevó hasta Estocolmo. Allí perdió su documentación, por lo que acudió al consulado en busca de ayuda. Esa fue la última vez que se le vio con vida.
Dos meses después, apareció un cadáver flotando en la orilla de un fiordo de Estocolmo. En el bolsillo del pantalón del cadáver, la policía encontró su DNI. ¿Cómo es posible si, supuestamente, Miguel Ángel lo había perdido? Su familia acudió a Estocolmo pero no se les permitió ver ni identificar el cadáver. Una primera autopsia certificó que había muerto ahogado y la policía supuso que Miguel Ángel se había suicidado lanzándose desde un ferri.
Cuando el cadáver fue repatriado a Londres, lugar donde él dijo tiempo atrás que deseaba ser enterrado, se le realizó la segunda autopsia, y los pulmones no mostraron signos de ahogamiento. Además, sorprendentemente, al cadáver le faltaba el corazón y parte del hígado. Ahora, 13 años después, su hermana Blanca Martínez sigue luchando por saber si es Miguel Ángel realmente quien está enterrado y por descifrar el enigma: ¿por qué le faltaba el corazón y parte del hígado? ¿Por qué nunca se ha cotejado el ADN de sus padres con el del cadáver de su hermano? ‘Tras la pista’ ha hablado con ella por teléfono.