Analizan las muertes más violentas. Buscan las huellas del delito. Su objetivo, determinar las casusas de la muerte. Visitamos el laboratorio en el que trabajan los técnicos del Instituto Nacional de Toxicología. Gracias a su trabajo se resuelven crímenes.
El Instituto recibe muestras de toda España y elabora más de 15.000 informes al año. Entre esos informes, los de casos tan mediáticos como el accidente de Spanair, los atentados del 11-M o el caso de Asunta Basterra. Aquí determinaron, analizando una muestra de pelo, que la niña gallega consumió Lorazepam.
Hablamos con Jesús Agudo, director del Instituto Nacional de Toxicología; Begoña Bravo, jefa del servicio de Química; Sara Chaves, del servicio de Histopatología; Margarita García, del servicio de Criminalística; y el doctor Antonio Alonso, del servicio de Biología.