El verano y las vacaciones son dos factores que influyen en la salud digestiva: excesos calóricos, comidas abundantes, exóticas o muy especiadas pueden afectar a la digestión.
Las alteraciones durante el periodo estival puede verse reflejada en problemas gastrointestinales tales como estreñimiento, diarrea, acidez, reflujo o indigestiones, según Julio Maset, médico de la compañía farmacéutica Cinfa en declaraciones a Efe.
Probar nuevas gastronomías, el cambio del clima, la alteración de los horarios del sueño, así como las comidas pueden afectar al sistema digestivo. Además, "si viajamos a un país exótico" puede "incrementar las posibilidades de alteraciones digestivas".
Diez consejos
Para hacer frente a estos problemas, Maset recomienda diez prácticas para cuidar la salud digestiva en verano:
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Consumo de frutas y verduras en abundancia: tratar de consumir más alimentos ricos en fibra como las frutas y verduras.
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Horarios regulares de comidas: mantener rutinas habituales, facilitando al sistema digestivo adaptarse a cambios.
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Evitar comidas copiosas y la excesiva ingesta de grasas: procurar compensar las comidas largas y abundantes en grasas con cenas ligeras, así como el calor y las comidas al aire libre.
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No abandonar la actividad física: continuar realizando los ejercicios habituales o actividades que permitan la zona en la que se encuentre como paseos por la playa o montaña.
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Beber líquido de manera abundante: ingerir como mínimo dos litros de agua para mantener el organismo hidratado.
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Tomar agua embotellada y evitar las bebidas con hielos: optar por agua embotellada. Evitar los cubitos de hielo ya que pueden contener bacterias o virus al estar hechos con agua del grifo.
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No tomar frutas sin pelar en países en vías de desarrollo: tampoco ensaladas, verduras y carnes o pescados crudos o poco cocinados y evitar aquellos productos que no ofrezcan garantías sanitarias.
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Incluir un botiquín antidiarreico y laxantes: consulta a tu farmacéutico o médico de cabecera sobre cuál es el más adecuado para ti.
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No abusar del alcohol: su consumo retrasa la digestión, incrementando la posibilidad de acidez y pesadez.
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Consultar la necesidad de vacunas si viajas: muchas de las vacunas recomendadas son para hacer frente a enfermedades transmisibles por alimentos o agua.