El servicio de Medicina Nuclear del Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha humanizado el entorno donde permanecen los pacientes durante la realización de sus pruebas diagnósticas y terapias. Lo ha hecho con las pinturas de la obra del artista y médico Rafael Díaz.
Así, en el vestíbulo se puede contemplar una obra a través de diversas pruebas diagnósticas en una estructura de diseños concéntricos que recuerda al rosetón de una catedral, tal y como precisa en una nota el centro hospitalario.
En la sala de pruebas diagnósticas se muestran, a través de colores y formas, los elementos de la tabla periódica que intervienen en Medicina Nuclear. De esta forma se otorga un sentido científico a ese lenguaje cromático universal. Los pacientes sólo ven color, pero para los científicos son sustancias que representan números atómicos, electrones y propiedades químicas.
Por otro lado, en la sala de espera de los pacientes una vez que se les han administrado sustancias e isotopos radioactivos, se muestran imágenes de enfermedades diagnosticadas y sanadas. También se pueden ver dibujos elaborados por los propios pacientes que reflejan sus sensaciones durante el diagnóstico y la curación.
"Cada cuadro es un paciente", explica el artista antes de señalar que "todo este esfuerzo científico, conceptual y artístico" está dirigido a transmitir "un mensaje de curación y de esperanza" a los pacientes.
Otras de las medidas contempladas en el proyecto de humanización que ha puesto en marcha el servicio de Medicina Nuclear es la de respetar que el paciente, durante la realización de las pruebas, mantenga su propia vestimenta.
"Entre los valores que nos esforzamos cada día por alcanzar, ocupa un lugar muy destacado la satisfacción de nuestros pacientes, orientar todo el proceso asistencial a dar respuesta a sus necesidades, preservando sus derechos e intentando que la atención prestada sea más cercana y personal y respetando ante todo su dignidad", afirma el jefe del Servicio de Medicina Nuclear, Juan Carlos Alonso.