¿Cuál es el origen de las procesiones de Semana Santa?
Las primeras imágenes que procesionaron fueron Crucificados y Dolorosas
La Archicofradía del Santo Entierro (1412), es de las más antiguas de Madrid
CMT
Las procesiones religiosas existen desde hace milenios. En Atenas se ce celebraban anualmente cinco grandes procesiones y en la antigua Roma también era una práctica común en honor a los dioses. No se sabe muy bien cuando empezaron a celebrarse en el cristianismo, aunque se supone que en los primeros tiempos, los de las persecuciones se celebraba la Pascua, pero siempre en interiores. No hay constancia de procesiones hasta la Edad Media
Actualmente las procesiones son frecuentes en España y tienen lugar durante todo el año, pero las de Semana Santa son especiales. Comenzaron a celebrarse en el siglo XV con la aparición de las cofradías.
¿Cuándo surgieron las cofradías?
Las cofradías surgieron, como agrupaciones gremiales, en torno al siglo XV. los miembros de una misma profesión se unieron para apoyarse mutuamente en las dificultades y momentos duros. También quisieron experimentar la Pasión de Cristo y para ello comenzaron a salir a la calle a representar los padecimientos de sus últimos días. Según, estas fueron las primeras procesiones de Semana Santa y de ellas se encargaron los laicos.
Más tarde surgieron hermandades dedicadas a la enfermería, formadas por clérigos, que también organizaron sus procesiones.
Las primeras procesiones
Las primeras representaciones de la Pasión de Cristo tuvieron lugar en la segunda mitad de los siglos XV y XVI. La Contrarreforma les dio un gran impulso ya que la iglesia católica vio en ellas un gran instrumento que podría contribuir a frenar la reforma de Martín Lutero, así que alentó las procesiones para reforzar la fe.
Por otro lado, la liturgia en las Iglesias era difícil de entender para los laicos. Para empezar, los oficios se realizaban en latín, un idioma que no hablaban. Las procesiones fueron una manera de llevar la liturgia a las calles y hacerla más cercana al pueblo, adoptando una forma más teatral, con escenas (que son los pasos procesionales). El mensaje se entendía mejor.
Las primeras imágenes que procesionaron
Las primeras imágenes que procesionaron fueron Crucificados y Dolorosas y había dos tipos de cofrades: los de luz (semejantes a los actuales) y los de sangre, que se autoflagelaban, como penitencia para expiar sus pecados.
En el siglo XVII en Madrid una de las cofradías más populares fue la de los "Esclavos del Santísimo Sacramento" a la que pertenecieron algunos de los nombres más ilustres del Siglo de Oro, como Lope de Vega, Andrés Spínola, o Juan de Palafox .
Las procesiones sufrieron cambios a lo largo de los siglos. Una de las principales diferencias con las procesiones actuales son las autoflagelaciones. Antiguamente toda procesión llevaba sus disciplinantes, personas que se autoflagelaban la espalda como penitencia.
Los penitentes
Las flagelaciones se realizaban sobre todo en Jueves y Viernes Santo. Hubo varios intentos de prohibir estas prácticas por los monarcas, Enrique IV, Carlos V y Carlos III pero se siguieron practicando en secreto.
Actualmente ya no se producen autoflagelaciones, pero algunas procesiones incorporan penitentes, como la procesión de Viernes Santo, de Corella, en la que participan penitentes que arrastran descalzos cadenas muy pesadas durante todo el recorrido
A lo largo de los siglos las procesiones van sufriendo diferentes cambios. El último gran cambio tuvo lugar en el siglo XIX, sobre todo con la incorporación de bandas de música, que dio lugar al modelo actual y configuró las procesiones tal y como las conocemos.
Las primeras procesiones en Madrid
La Archicofradía del Santo Entierro data de 1412 y surge en torno al gremio de los carpinteros (llamados 'matafuegos'). La Cofradía de la Vera Cruz (ya existía en torno al año 1500. Estaba vinculada a vinculada al convento de San Francisco el Grande, prestaba asistencia a los gremios a través de la gestión de hospitales. Hacia finales del siglo XVI, Madrid tenía cerca de 40 hermandades de devoción y penitenciales
Cuando Felipe II instala la corte en Madrid, en 1561, las cofradías inician una época de esplendor, que coincide con el concilio de Trento. Algunas de las cofradías más emblemáticas de la ciudad se fundan en esta época, como la hermandad de Nuestra Señora de la Soledad.
Jesús de Medinaceli
En los siglos XVII y XVIII los gremios artesanos organizaban procesiones a las que asistía el Rey. En 1710 se funda la Real Congregación de Esclavos de Jesús Nazareno, que venera la imagen de Jesús de Medinaceli, una de las que más devociones despierta entre los madrileños, motivo por el que recibe el nombre de Señor de Madrid
El siglo XVIII trae una nueva mentalidad, la Ilustración hace primar la razón a la fe y las procesiones se ven de otra manera, además a los gremios les resultaban ya demasiado costosas. Esto, unido a la decisión del rey Carlos II de suprimir los disciplinantes y sus penitencias extremas, llevó a las procesiones a un periodo de decadencia.
El resurgir de las procesiones en Madrid
En el siglo XIX, todas las procesiones de Viernes Santo se unificaron en una sola, costumbre que se mantuvo hasta el siglo XX. Durante la Guerra Civil muchos pasos desaparecieron pero tras la contienda se fundaron en Madrid nuevas Hermandades, como la Hermandad de los Cruzados de la Fe, que trabajan para que la Semana Santa madrileña recupere su esplendor.
Las cofradías se recuperan, sobre todo en el último cuarto del siglo XX, y cerca del nuevo mileno, algunas incluso después, nacen nuevas hermandades como la de los Estudiantes (1996), los Gitanos, la Borriquita (2011) y las Tres Caídas. Otras, como la Congregación del Cristo de los Alabarderos retoman una actividad que habían abandonado décadas atrás y la Semana Santa resurge en Madrid en todo su esplendor.