Como un monstruo marino sumergido que causa olas en la superficie, este cúmulo de galaxias puede identificarse por las distorsiones en el espacio-tiempo a su alrededor que capta el telescopio Hubble.
La enorme masa de este leviatán cósmico curva el espacio-tiempo, creando una lente gravitatoria que desvía la luz de galaxias distantes más allá del cúmulo.
Las rayas retorcidas y los arcos de luz que vemos en esta imagen son el resultado. Una multitud de otras galaxias rodea el cúmulo, y un puñado de estrellas en primer plano con picos de difracción reveladores se encuentran dispersos por toda la imagen, explica la NASA en un comunicado.
Este cúmulo de galaxias en particular, llamado eMACS J1823.1+7822, se encuentra a casi 9.000 millones de años luz de distancia en la constelación de Draco.
Es uno de los cinco cúmulos de galaxias excepcionalmente masivos que Hubble exploró con el objetivo de medir la fuerza de estas lentes gravitacionales, lo que proporcionaría información sobre la distribución de la materia oscura en los cúmulos de galaxias.
Lentes gravitacionales fuertes como eMACS J1823.1+7822 pueden ayudar a los astrónomos a estudiar galaxias distantes al actuar como grandes telescopios naturales que magnifican objetos que de otro modo serían demasiado débiles o distantes para resolver.
Esta imagen de longitud de onda múltiple superpone datos de ocho filtros diferentes y dos instrumentos diferentes: la Cámara avanzada para sondeos del Hubble y la Cámara de campo amplio 3.
Ambos instrumentos pueden ver objetos astronómicos en solo una pequeña porción del espectro electromagnético utilizando filtros, que permiten a los astrónomos obtener imágenes de objetos en longitudes de onda seleccionadas con precisión.
La combinación de observaciones en diferentes longitudes de onda permite a los astrónomos desarrollar una imagen más completa de la estructura, composición y comportamiento de un objeto que la que revelaría la luz visible por sí sola.