La Comunidad de Madrid está trabajando con el objetivo de abrir en la capital, en los próximos días, una nueva instalación en Ciudad de la Justicia para acoger fallecidos por el coronavirus y que se sumaría a la que ha entrado en funcionamiento esta semana en el Palacio de Hielo.
Se trata de una medida excepcional y temporal para "así facilitar el trabajo a los servicios funerarios, mitigar el dolor de los familiares de las víctimas y la situación que se está registrando en los hospitales de la región".
El dispositivo está siendo preparado a través de la consejería de Interior, Justicia y Víctimas y su localización prevista en la Ciudad de la Justicia, en el barrio de Valdebebas, concretamente en el edificio diseñado para ser la sede del Instituto Anatómico Forense de Madrid, recinto que contaría "con todas las garantías para la función encomendada en su apertura".
La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería, trabaja para habilitar los espacios que permitan acoger alrededor de 200 cadáveres en cámaras de conservación y locales con los que cuenta el edificio. Durante estos últimos días se están llevando a cabo trabajos de acondicionamiento y para garantizar el suministro eléctrico en las instalaciones.
La Comunidad de Madrid contabiliza hasta este viernes un total de 2.412 pacientes fallecidos con coronavirus, lo que supone un 49,6 por ciento del total del país y 322 muertes más respecto a las contabilizadas ayer jueves.
El pasado martes se habilitó el Palacio de Hielo para albergar cadáveres de personas fallecidas por el coronavirus, a la espera de que las funerarias puedan hacerse cargo de ellos.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, manifestó que a las 150 muertes que se dan de media en la capital a diario, ahora se suman 240 personas a causa del coronavirus, lo que dificultaba la "capacidad material para la incineración o el enterramiento".
Por otro lado, la Comunidad de Madrid decidió ayer suspender la realización de los velatorios de fallecidos en la región "con independencia de la causa" del deceso sea el coronavirus, por un plazo de un mes, sin perjuicio de que la medida pueda ser prorrogada por más tiempo.