Si las Spartan Race es sinónimo de superación, Alejandro Samper es el auténtico reflejo del espíritu espartano. Diabético desde los 13 años y deportista de élite en la carrera de obstáculos.
Las Spartan Race es una nueva modalidad deportiva. "No es que esté de moda, está muy de moda, quien lo prueba quiere repetir. Las Spartan Race te sacan de tu zona de confort, te obliga otra vez a ser niño, te mete en el barro", señala Samper.
Una aventura que empezó en 2015. "Fue un regalo de mi esposa y decidí probar en Barcelona, ahí me di cuenta que me daba algo diferente, me ha puesto a prueba la diabetes y me ha puesto a prueba las Spartan Race", señala.
Desde la diabetes, Alejandro ha construido su filosofía de vida: "No te sirve lo que pasó ayer ni lo que va a pasar mañana, te sirve lo que está delante de ti. La diabetes no es un impedimento para nada en tu vida y menos en el deporte
Su nivel de implicación es máximo con las carreras de obstáculos. "Soy padre, trabajo y a parte soy deportista de élite, mi rutina de entrenamiento es amoldarme al día y encontrar tiempo para ello", añade.
Ese esfuerzo le ha llevado a acabar 25º en el Mundial de Spartan Race de 2018 disputado en Estados Unidos. "El resultado me hizo muchísima ilusión, incluso me asombré por el puesto", concluye Alejandro Samper.