Charlamos con el pivot caboverdiano del Real Madrid, Eddy Tavares, uno de los jugadores más influyentes en el juego de los de Laso.
Sus 2,20 de estatura son un muro para los rivales; sus puntos, sus tapones, sus rebotes, básicos para los blancos. Desde el viernes intentará lograr la undécima Copa de Europa para el Real Madrid.
Le preguntamos por cómo afronta la cita. Primer obstáculo, el CSKA del Chacho Rodríguez. “Nervios ahora sí hay, pero cuando empiece a botar la pelota se irán. El objetivo es ganar el título. Vamos a intentar hacer las cosas bien y estar concentrados durante los 40 minutos”.
Tiene claro lo mucho que desea este título: “Daría todo lo que tengo ahora mismo por ganar esta copa. Contra CSKA llegamos animados, hemos entrenado muy bien esta semana”.
Piívot intimidador, no se corta al reconocer que “me gusta ver el miedo en la cara de mis rivales. Eso es porque lo estoy haciendo bien. Dicen que impongo miedo, no sé. En la zona hay que ser agresivo, porque me dan palos por todos lados”.
Llegó al Real Madrid en noviembre de 2017: “Significa mucho para mí estar en el Real Madrid, es un equipo y un entrenador con mucha ambición. Aquí están acostumbrados a ganar”.
Le preguntamos por su curiosa historia. Nunca había jugado al baloncesto antes de los 17 años. Jugaba al fútbol. “Me llamaban Peter Crouch”, por su familia, sus orígenes. Una charla muy interesante con uno de los mejores pívots del continente.