La manchega se casa en 2002 con un admirador cubano
Redacción
En 2001 Sara Montiel decide conocer en persona a un admirador con el que solo había mantenido contacto telefónico desde hace años. Tony Hernández viaja desde Cuba a España para cumplir un sueño: conocer en persona a la diva que admira desde niño.
En su primera aparición pública Tony interrumpe a Sara y acapara toda la atención de las cámaras. Pese a los 36 años de diferencia de edad y la oposición de sus propios hijos la actriz afianza una relación con este admirador que le trae más alegrías que disgustos.
Sus hijos, Thais y Zeus, no aprueban la relación de su madre con el cubano por lo que deciden independizarse. A pesar de la opinión de sus hijos y de la opinión pública, la manchega se casa por cuarta vez en otoño de 2002. Lo hace en secreto en el Ayuntamiento de Majadahonda y niega la evidencia delante de las cámaras para preservar la exclusiva.
Sara Montiel se casa con un cubano 36 años mejor que ella
El enfrentamiento con sus hijos empieza a deteriorar la relación con el cubano. Ella está entre la espada y la pared, y prefiere quedarse con sus hijos quienes vuelven a casa, mientras Tony desaparece de su vida y la manchega se vuelca con sus hijos hasta el fin de sus días.