El síndrome del teléfono apagado es aquel que padecen muchas personas que esperan una llamada para incorporarse a mercado laboral y no lo logran porque tienen la sensación de que les rechazan por la edad.
Nuestros orientadores laborales, Mercedes Frías, de Cruz Roja y Jonatan Ruipérez, de Inserta Empleo se han mostrado muy críticos con aquellas empresas que no valoran la experiencia de muchas personas mayores de 50 años que ven sus expectativas frustradas en la búsqueda de Empleo.
Dicen los expertos que este síndrome provoca en las personas afectadas aislamiento social, ansiedad, depresión, pérdida de la identidad y reducción de la confianza, entre otros.
Así lo corroboran los testimonios que hemos tenido en el programa. Son los de Victoria y Nuria que a los prejuicios por la edad, unen otras barreras a juicio de algunas empresas por el hecho de ser mujeres.
Victoria trabajó durante décadas como autónoma como comercial en el mercado inmobiliario y a raíz de la crisis de 2008, tuvo que buscar otros sectores en los que reubicarse. Ni siquiera en las entrevistas a las que ha acudido para trabajar como teleoperadora, la han contratado así que ahora está preparada para encontrar un hueco en el mundo de la logística, tras haber pasado por el programa Desafío +45, de Cruz Roja.
Por su parte, Nuria ha trabajado como cooperante durante muchos años en países de Latinoamérica y de Asia. A pesar de hablar con fluidez inglés y alemán, no ha encontrado empresas que valoren su experiencia. En el mundo de lo social, detalla que se trabaja por proyectos y cuando estos se acaban, debe volver a empezar. Ahora busca trabajo como técnica de empleo en alguna entidad.
Escucha el programa en directo de Madrid Trabaja de lunes a viernes a partir de las 15h en Onda Madrid, dirigido por Javier Peña.
