Según datos oficiales del Colegio de Registradores, la figura del concurso de acreedores ha aumentado en un 55%, con respecto al año 2019.
"El concurso de acreedores no hay que verlo con una perspectiva negativa", explica Manuel Urrutia, experto en asesoría mercantil y laboral para empresa.
La empresa al no disponer de financiación suficiente, si solicita un concurso de acreedores puede ser una alternativa para conseguir su continuidad. "Si se solicitan con una planificación previa puede ser una herramienta útil para conseguir la viabilidad de la compañía", añade Urrutia.
Asimismo, la indemnización para los trabajadores queda asegurada, ya que van a percibir sus salarios pendientes por el Fondo de Garantía Salarial.
"Un concurso de acreedores normalmente se presenta en España en mayor cantidad que en el resto de nuestros país limítrofes, porque la capacidad de España de ajustar la caída de demanda es más limitada", explica.
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