El Castillo de la Costa del Cabo, la cárcel de esclavos antes de partir a América
Se calcula que 30 millones de africanos fueron transportados al Nuevo Mundo
El Castillo de la Costa del Cabo, construido por colonos suecos en el siglo XVII, es Patrimonio de la Humanidad. La fortificación dejó de ser un lugar para el comercio de oro y madera, para convertirse en el lugar de reclusión de los esclavos antes de trasladarlos a América.
A este lugar se traían esclavos de toda la costa oeste africana. Las celdas tenían una capacidad de 1.500 personas que podían permanecer encerradas entre dos semanas y tres meses. Eran los propios jefes de las tribus quienes vendían esclavos a cambio de armas para luchar en los grandes conflictos locales.
Se calcula que el 70% de los afroamericanos tienen sus raíces en Ghana, Togo y Benín. La esclavitud en el Imperio Británico, al que pertenecía Ghana, fue legal hasta 1838. Alrededor de 30 millones de africanos fueron transportados como esclavos a América.
El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajó a este lugar en 2009, antes de visitar su país de origen, Kenia. El recorrido por el Castillo de la Costa del Cabo se convirtió en todo un símbolo para el primer presidente negro de Estados Unidos.