Son ya 9 los fallecidos y 473 los infectados por el coronavirus chino. Un incremento que ha puesto aún más en alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS). La institución ha convocado una reunión para estudiar si declara la emergencia internacional. Y todo apunta a que podría hacerlo, como actuó en su día con el ébola.
"Vamos a mejorar nuestro trabajo, la transparencia y la cooperación internacional", ha dicho Li Bin, de la Comisión Nacional de Sanidad China.
El Gobierno chino ha advertido que no se oculte información. Una cuestión que agravó el brote de 2002, que provocó más de 700 muertes en todo el mundo. El foco actual tiene su origen en la ciudad china de Wuhan, de 11 millones de habitantes, pero se ha extendido más allá.
Casos en otros países
También hay casos en Tailandia, Taiwan, Japón, Filipinas y Estados Unidos. "Estamos en buenas manos y China también lo está", ha dicho el presidente de Estados Unidos, Doonald Trump, sobre la gestión del caso detectado en su país.
El Gobierno de Pekín recomienda no viajar 'a o desde Wuhan'. Lo hace en un momento en que se contabilizan millones de desplazamientos, por el Año Nuevo lunar. Se han instalado cámaras térmicas en estaciones y aeropuertos, para detectar a los viajeros enfermos y con más temperatura corporal.
Medidas en los aeropuertos
En ese contexto, varios aeropuertos fuera de China, en Australia, Estados Unidos y Europa han empezado a tomar medidas.
El aeropuerto londinense de Heathrow, por ejemplo, tendrá una zona especial por la que deberán pasar los pasajeros que lleguen de la ciudad china de Wuhan a fin de prevenir que el nuevo coronavirus, que ha causado nueve muertos en China, llegue al Reino Unido, informó el ministro de Transporte, Grant Shapps.
Heathrow, el aeropuerto de mayor tráfico de Europa, tendrá una sala aislada en la terminal 4, a la que llegan los vuelos directos desde Wuhan - tres a la semana -, y habrá personal sanitario.