Conmoción por la muerte de una niña migrante deshidratada bajo la custodia de EE.UU.
Ingresó con paro cardiaco y finalmente falleció el 8 de diciembre
REDACCIÓN/AGENCIAS
Conmoción tras la muerte de la pequeña Jakeline. La niña guatemalteca de siete años fallecía esta semana deshidratada bajo la custodia de la patrulla fronteriza cuando intentaba entrar en EEUU con su padre.
De acuerdo con la Patrulla Fronteriza, la niña y su padre fueron detenidos la noche del pasado 6 de diciembre al sur de Lordsburg (Nuevo México) tras entregarse a los agentes con un grupo formado por 163 migrantes.
Cumplió 7 años el 3 de diciembre, en algún lugar indeterminado del norte de México, tras abandonar su aldea guatemalteca de Raxrujá, Guatemala, junto a su padre Nery Caal, de 29 años.
Desde Lordsburg fue evacuada en helicóptero a un hospital de El Paso por encontrarse muy debilitada.
Ingresó con paro cardiaco y finalmente falleció el 8 de diciembre. Por deshidratación, aunque según las autoridades de Fronteras de Estados Unidos, los 163 inmigrantes detenidos dispusieron de comida y bebida. Pasaron 7 horas desde que Jakelin fue detenida hasta que empezó a sufrir síntomas.
El padre de la niña, que no habla español sino un dialecto maya, se encuentra en un albergue para inmigrantes en El Paso. Debe 7 mil dólares a los traficantes que les llevaron a la frontera.
Según el comunicado de la Patrulla Fronteriza del que informó el periódico The Washington Post, la niña llevaba "varios días sin comer o consumir agua" en el momento de su detención. Los legisladores estadounidenses piden que se investigue su muerte.