El president de la Generalitat ha anunciado que acudirá "para negociar la autodeterminacion y la amnistia". Un planteamiento con el que intenta arrebatar votos a ERC en las elecciones que aún están pendientes de convocar. Pero Moncloa ha rebajado las expectativas de este encuentro. "La reunión se mantendrá en los límites de la seguridad jurídica y de la ley", le ha respondido Carmen Calvo.
El gobierno intentó rebajar el contenido de este encuentro e incluso, ante las divergencias en el campo nacionalista, amagó con retrasar a después de las elecciones catalanas la formación de la propia mesa de diálogo entre gobiernos. Era el principal compromiso que había arrancado Esquerra a cambio de la investidura de Sánchez. Una visita exprés de Rufían a Moncloa llevó al gobierno a dar marcha atrás urgentemente.
"No es amenazar, es una cuestión de primero de política, si no se cumplen los acuerdos, es dificil seguir adelante". "Creo que pensaron que no había un gobierno catalán con el que tratar, se lo hemos aclarado y han rectificado", ha explicado el portavoz de los republicanos en el Congreso.
El diálogo sigue adelante. La mesa se reunirá, aunque ahora ya sin plazos. Y Sánchez y Torra se verán, a pesar del clamor unánime de la oposicion.