España deja este lunes 28 de marzo de contar todos los positivos de coronavirus para centrarse solo en los casos graves y en los entornos vulnerables, una nueva etapa en la que se acabaron el aislamiento de las personas con síntomas leves o sin ellos, las pruebas generalizadas y los rastreos.
La nueva 'Estrategia de vigilancia y control frente a la covid tras la fase aguda de la pandemia' que aprobó el pasado martes la Comisión de Salud Pública supone un paso más hacia la normalización de la covid que implica "aceptar un cierto nivel de transmisión" entre la población vacunada, joven y sana para pasar a centrarse solo en las personas más frágiles.
En un contexto de alta cobertura vacunal -más del 92% de los mayores de 12 años con pauta completa- y una elevada inmunidad adquirida tras la sexta ola, el Ministerio de Sanidad y las comunidades han considerado que era el momento de generar otro tipo de vigilancia que, sin la exhaustividad en la detección de los dos últimos años, permita observar cambios que requieran medidas adicionales "sin saturar el sistema sanitario".
¿Qué hago si tengo síntomas?
Esta nueva fase controlará la Covid solo en los ámbitos vulnerables, como centros sanitarios asistenciales, sociosanitarios y de día que prestan asistencia sociosanitaria, prisiones y otros lugares con personas institucionalizadas.
También se pone vigilancia en grupos vulnerables como mayores de 60, inmunodeprimidos y embarazadas.
Así las cosas, cualquier persona que trabaje en esos ámbitos o pertenezca a esos colectivos vulnerables mencionados sí debe notificar la aparición de síntomas a su centro de salud, para hacer la prueba pertinente que verifique si es o no es Covid. Este tipo de empleados de entornos vulnerables o los que asistan a estos colectivos no acudirán a su trabajo en los primeros 5 días desde el inicio de síntomas o de la fecha de diagnóstico si no los tiene; al quinto día, y si han desaparecido, se hará una prueba de antígenos que, de ser positiva, se la repetirá cada 24 horas hasta dar negativo.
El resto de personas ya no deben reportar esos síntomas leves y hacer vida normal. En estos casos, se pide sentido común. La mascarilla sigue siendo obligatoria en interiores así que se debe llevar en todo momento en el transporte público en los centros de trabajo. También la idea es que si un trabajador con síntomas leves puede teletrabajar, se recomienda que la empresa lo permita para evitar posibles brotes en los trabajos. Al no tener que aislarse, se recomienda "extremar las precauciones y reducir todo lo posible las interacciones sociales utilizando de forma constante la mascarilla y manteniendo una adecuada higiene de manos durante los 10 días posteriores al inicio de síntomas", dice Sanidad, además de evitar el contacto con personas vulnerables y asistir a eventos multitudinarios.
Sólo si la sintomatología va a más y hay, por ejemplo, problemas de respiración, hay que notificarlo al centro de salud para que el médico de cabecera realice el diagnóstico pertinente y el tratamiento o proceso a seguir. Asimismo, los hospitalizados deberán estar aislados durante el ingreso hasta obtener una prueba negativa o una PCR positiva compatible con cargas virales bajas, aunque los profesionales podrán adaptar estas recomendaciones tras la valoración de cada situación.
Sanidad, por tanto, solo va a contar los casos y brotes que se den en las personas y entornos vulnerables que se ha mencionado anteriormente. Y solo a ellos se les va a hacer a partir de ahora pruebas diagnósticas, que desaparecen también antes de los ingresos hospitalarios, si bien, en cualquier caso, el profesional sanitario podrá indicar la realización de un test bajo criterio clínico.
Solo se identificarán a los contactos estrechos de estos grupos y ámbitos vulnerables, a los que se les indicará la realización de una prueba a los 3-5 días del seguimiento; como ya se estableció a principios de marzo, no realizarán cuarentena, aunque deberán extremar las precauciones durante 10 días y minimizar las interacciones.
Todo ello implica además que, como sucede con la gripe, las bajas laborales no se van a dar siguiendo un criterio epidemiológico como en estos dos años, sino bajo criterio clínico.
Esta nueva situación se prolongará hasta que se implante el nuevo sistema centinela de vigilancia de infecciones respiratorias agudas antes del primer trimestre de 2023.