El distanciamiento social recomendado para evitar los contagios del coronavirus podría extenderse más de lo que creemos. Según un estudio publicado por la revista Science, apoyado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU e investigadores de la Universidad de Harvard, se espera que en los próximos años haya brotes recurrentes de Covid-19, sobre todo en invierno, por lo que sería recomendable que las normas de distanciamiento social sean prologadas o intermitentes al menos hasta 2022.
Los miedos y angustias que tendremos después del confinamiento
El informe apunta la importancia de que haya estudios serológicos para determinar el alcance y la duración de la inmunidad de las personas que hayan superado la enfermedad. Junto con la aparición de las vacunas y la mejora de los tratamientos, serán factores clave para que demos por superada la crisis provocada por el nuevo coronavirus. Sin embargo, hasta que no existan esos avances, el distanciamiento social se propone como medida vital para evitar que los contagios vuelvan a extenderse como ahora.
El estudio publicado destaca la efectividad de las medidas de confinamiento aprobadas en los países y pone como ejemplo el caso de China, que ya las está levantando de forma gradual. Sin embargo, "pueden requerirse períodos prolongados o intermitentes de distanciamiento social". En ese sentido, subraya que aunque el índice de letalidad del nuevo coronavirus (entre el 0,6% y el 3,5%) es menor que otros aparecidos recientementes, como el MERS, sí cuenta con una "alta capacidad de infección", por lo que "es más difícil de controlar".
El informe publicado en Science apunta que la Covid-19 puede tener presencia importante hasta 2022. Por ello insiste en la necesidad hasta ese año de ese distanciamiento social, que puede ser menor durante el verano. Todo depende del número básico de reproducción efectiva, o Número R0, que es la cifra que define el número de casos secundarios generados por un caso primario. Para que se produzca una epidemia, el valor R0 debe ser mayor que 1. Y al revés, cuando se sitúa por debajo de 1, más controlada puede estar una infección.
"Nuevas terapias, vacunas u otras intervenciones, como el rastreo de infectados y la regulación de las cuarentenas, podrían aliviar la necesidad de un distanciamiento social estricto para mantener el control de la epidemia. En ausencia de tales intervenciones, la vigilancia y el distanciamiento intermitente (o el distanciamiento sostenido si es altamente efectivo) pueden necesitar mantenerse en 2022, lo que representaría una carga social y económica sustancial", resume el informe.
El estula destaca que el coronavirus SARS-CoV-2 puede provocar problemas al menos hasta 2025, "incluso después de períodos prolongados de aparente eliminación".