El pico de hospitalizados por Covid podría alcanzarse a finales de enero
El de ingresados en UCI llegaría hacia la primera mitad de febrero
La incidencia está infraestimada al sustituir la PCR por los autotest de antígenos con muchos posibles falsos negativos
EFE
Las hospitalizaciones por casos graves de Covid-19 se producen de una a dos semanas después del contagio por lo que, si el máximo de infecciones se alcanza estos días, el pico de hospitalizaciones llegará a finales de mes, y el de ingresados en UCI, con mayor retardo, hacia la primera mitad de febrero.
Esto es lo previsible, según expertos consultados por Efe, si bien el hecho de que ahora se hagan menos PCR en favor de test de antígenos en el domicilio redunda en que la incidencia del virus esté infraestimada e incluso "falseada", por lo que la ocupación de los hospitales se convierte en el "mejor marcador".
Foto: TELEMADRID |Vídeo: Telemadrid
n declaraciones a Efe, la neumóloga de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) Sarai Quirós considera que con los datos actuales es previsible este calendario de picos de hospitalización y UCI, que derivarán posiblemente en una desescalada más rápida cuanto más población esté vacunada y más gente haya pasado el virus.
"Picos rebote"
Esta neumóloga advierte de que ómicron es una variante muy contagiosa que puede dar lugar a "picos rebote" si bien el hecho de que produzca menos enfermedad grave hace que haya menos riesgo de ventilación mecánica en las UCI y, pese a la cantidad de contagiados, "no esté todo mucho más colapsado".
No obstante y aunque la cepa sea más leve y la mortalidad menor, el número de los que ingresan sigue siendo muy alto y la mayoría de los pacientes de las unidades de críticos y semicríticos son no vacunados, con más riesgo de fallecimiento.
Preocupan los "falsos negativos"
Sobre los test de antígenos y si la variante ómicron es más detectable en garganta que en nariz, Quirós señala que se desconoce si eso supone una diferencia significativa en la detección de casos y aunque en algunos países recomienden la prueba en saliva, asegura que los test de antígenos funcionan por igual aunque con limitaciones respecto a los PCR.
También el epidemiólogo Fernando García, de la Asociación Madrileña de Salud Pública, coincide en que es posible que muchos de los test de autodiagnóstico que se estén haciendo sean falsos negativos "y eso es preocupante" porque esa persona tiene una falsa seguridad, no se aísla y va transmitiendo el virus.
Madrid, datos dispares
García aclara que las cifras de incidencia "no son de fiar, ni comparables entre unas comunidades y otras" porque "no hay criterios comunes" pero, sin embargo, la ocupación hospitalaria es la que es, "tasas claras y difíciles de falsear".
A modo de ejemplo, García recuerda que la Comunidad de Madrid está entre las autonomías con menor incidencia pero si se observa la ocupación hospitalaria está entre las que presentan las tasas más altas.
"¿Cómo es posible que ocurra esto?", se pregunta. Según este epidemiólogo, el problema de la infranotificación se debe a que muchos casos positivos solo por pruebas de antígenos no entran en las estadísticas de incidencia acumulada, aunque sean casos reales.
De cara a los próximos meses, García percibe que aunque la sexta ola es común en toda España su descenso global será desigual e irá en función de las medidas adoptadas según en qué territorio.
Y dado que la mayor parte de las interacciones sociales se dieron en Navidades y Reyes cabe pensar que el pico se alcance pronto, aunque hace un año el máximo de contagios ocurrió el 27 de enero, y el pico de UCI el 3 de febrero.
Ante la posibilidad de una desescalada rápida de ómicron, este epidemiólogo recuerda que eso ocurrió en Sudáfrica, un país que está en el verano austral, es decir, hay menos contagios en comparación con el invierno y, por otro lado, es un país con población más joven y aunque hay menos gente vacunada, mucha población está inmunizada por haber pasado la Covid.
Por tanto, dice, estos factores son difíciles de extrapolar de unos países a otros "y en ningún país de Europa está pasando lo que ocurrió en Sudáfrica".
Un Covid "agresivo"
Para el inmunólogo Jorge Carrillo, del Instituto de Investigación IrsiCaixa en el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, el pico oficial de bajada de contagios podría no coincidir con el real por los infradiagnósticos pero está convencido de que los datos publicados se "aproximan mucho a lo que está ocurriendo".
Admite este vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI) que, aunque es difícil de predecir, el pico de hospitalizaciones será probablemente a finales de enero, y partir de ahí irán bajando los nuevos ingresos, aunque el descenso será más lento en las UCI porque "una persona cuando ingresa en cuidados intensivos puede estar un tiempo bastante largo".
Reconoce que el pico de hospitalizaciones viene con retraso porque esta enfermedad se pasa en dos fases: la persona se infecta, desarrolla sintomatología si tiene el pico de carga viral, que luego empieza a bajar pero llegan las complicaciones.
"Complicaciones -dice- que no son debidas al virus sino a una activación desproporcionada y aberrante del sistema inmunitario que hace que tenga mucha inflamación a nivel pulmonar y se desencadene una enfermedad grave".
Para los meses siguientes, Carrillo se remite a las olas anteriores con la diferencia de que la pendiente de bajada cree que será "más acusada y más rápida" por la vacunación.
Después se llegará a una zona valle "donde parecerá que el virus está bajo control" con la diferencia de que la población mayoritariamente está vacunada y muchos habrán pasado el ómicron "por lo que su sistema inmunitario estará mejor preparado para las variantes que puedan surgir".
Y aunque la mortalidad es muy inferior a otras olas "es algo que hay que coger con pinzas". Carrillo señala que aunque ómicron no sea una variante tan grave como la Delta sigue siendo un Covid agresivo que puede desencadenar patología grave.