El Real Madrid ha dado por cerrado el capítulo de fichajes para la nueva temporada y confía en la solidez de la plantilla que triunfó el curso pasado y en los recién llegados, como el francés Aurélien Tchouaméni, que ha impresionado en los entrenamientos del club blanco en Los Ángeles por su condición física, y el alemán Antonio Rüdiger para competir por todos los títulos.
Después del culebrón sin final feliz de Kylian Mbappé, el conjunto madridista tuvo que cambiar el paso en la planificación de la campaña y decidió reforzar la defensa con una oportunidad de mercado y el centro del campo con una apuesta de futuro y de presente.
Rüdiger llegó libre del Chelsea y los 80 millones de euros que pagó el Real Madrid por Tchouaméni empiezan poco a poco a dar sus frutos, ya que en el club blanco están muy satisfechos con el despliegue físico y la contundencia que ha mostrado el francés durante las primeras sesiones. A la espera de su debut con la camiseta blanca, el francés ha comenzado con buen pie su andadura en el conjunto de la capital de España.
Estos serán, salvo giro inesperado de última hora en los planes establecidos por el club, los únicos fichajes del verano en un Real Madrid que confía al cien por cien en el bloque que la pasada temporada triunfó con el título de Liga, la decimocuarta 'Champions League' y la Supercopa de España.
Sí se esperan salidas
Diferente es el caso del apartado de salidas, donde nombres como Borja Mayoral, Mariano Díaz, Dani Ceballos e, incluso, Marco Asensio todavía no tienen claro su futuro.
Por su parte, Reinier Jesus, quien no viajó a Estados Unidos para resolver su situación, sí que deberá salir, ya sea cedido o vendido, al no poder ser inscrito porque está cubierto el cupo de extracomunitarios (Vinicius Junior, Rodrygo Goes y Éder Militao).
Tras aterrizar el martes en Los Ángeles (EE.UU.) y ya con la incorporación de Karim Benzema al grupo, que había tenido unos días extra de descanso, el Real Madrid mira con muchas ganas al clásico veraniego y de pretemporada que disputará contra el Barcelona el sábado en Las Vegas (EEUU).
Esta vez no se juegan ni tres puntos ni un título ante los azulgrana, pero los de Carlo Ancelotti buscarán 'venganza' tras el 0-4 en liga del pasado marzo, una derrota ante los azulgrana tras la que futbolistas como Nacho Fernández reconocieron falta de intensidad por la amplia ventaja en cuanto a puntos en el campeonato doméstico, y que fue una de las contadas decepciones de los merengues en una temporada que concluyeron de forma brillante.