Las lesiones de Thibaut Courtois y Marc-André ter Stegen han convertido a dos actores secundarios bajo palos como Iñaki Peña y Andriy Lunin en protagonistas del clásico liguero español del próximo sábado, en el que el ucraniano del Real Madrid quiere refrendar su estatus de portero de primer nivel, mientras que el alicantino del Barcelona asume el reto de despejar algunas dudas.
Lunin jugará en el Santiago Bernabéu su tercer encuentro oficial de la temporada. Antes del último parón por selecciones, ya encadenó dos titularidades en la victoria contra el Villarreal (2-0), en Liga Española, y la derrota contra el Lille (1-0), en la Liga de Campeones.
En esos dos partidos, el guardameta ocupó la portería blanca por una lesión en el abductor de la pierna izquierda del portero belga, que el martes padeció otra dolencia en la misma pierna, esta vez en el aductor, durante la victoria por 5-2 frente al Borussia Dortmund.
Lunin, un suplente de garantías
Suplir a uno de los mejores porteros del mundo no es una situación nueva para Lunin, que el curso pasado le ganó la partida a otro portero contrastado como Kepa Arrizabalaga en la pugna por sustituir al belga, que se perdió casi toda la temporada por una grave lesión en la rodilla izquierda.
Pese a no jugar la final de la última Liga de Campeones en detrimento de Courtois, el arquero de Krasnograd cumplió con creces bajo palos al encajar 0,92 goles por cada 90 minutos.
Una situación similar a la de Lunin vivió Iñaki Peña la temporada pasada, aunque su rendimiento fue más que discreto si se compara con el de su homólogo en la portería blanca.
Peña, a desquitarse de una mala experiencia como titular
El meta alicantino jugó un total de 17 partidos por la lesión lumbar de Ter Stegen. Su primera experiencia como titular en el Barça coincidió con los peores tres meses del equipo entrenado entonces por Xavi Hernández.
Aquel era un Barça partido, sin jerarquía en el juego ni personalidad, lo que se traducía en una inseguridad defensiva impropia del que por aquel entonces era el vigente campeón de LaLiga. Peña encajó 32 goles en 17 partidos, muy lejos de las cifras de Lunin, que recibió los mismos tantos pero en 31 duelos disputados.
Según datos de BesoccerPro para la Agencia Efe, Peña es el arquero del Barça con el peor promedio de goles encajados por 90 minutos disputados (1,65) en el siglo XXI, siendo el segundo peor de la historia tras Juan José Nogués -guardameta de los años 30 y 40- que encajó una media de 1,73 goles.
En cambio, el promedio de goles encajados por 90 minutos en el Siglo XXI de Lunin se sitúa en 1,04, el mismo que Iker Casillas, un registro algo superior al de Courtois (0,93).
Pero con Hansi Flick en el banquillo los guarismos de Peña bajo palos han mejorado sustancialmente. Desde la grave lesión en la rodilla que sufrió Ter Stegen en Villarreal, ha disputado siete partidos y ha encajado seis goles.
Su media de goles recibidos por 90 minutos se ha situado este curso en 0,85, una cifra sensiblemente inferior a los 1,67 que registró bajo las órdenes de Xavi, si bien es cierto que con Flick recibe muchos menos tiros a puerta de los rivales (1,98) que la escuadra entrenada por el egarense.
Aunque más allá de la mejora mostrada este año, Peña no ha acabado de despejar los nubarrones bajo palos. En los partidos, se le ve algo inseguro en las salidas en alto y le cuesta marcar la línea fuera de su área cuando sus compañeros presionan a sus rivales.
Quizá por ello, la dirección deportiva del Barcelona apostó por rescatar a un portero retirado como Wojciech Szczęsny para suplir el agujero que dejaba Ter Stegen. El veterano meta polaco todavía no ha debutado, pero no sería descabellado que en el futuro Flick apostara por él como titular.
Peña y Lunin tienen la misma edad, pero su situación contractual es muy distinta. El español tiene contrato hasta 2026, mientras que el ucraniano renovó el pasado septiembre hasta 2030 en una muestra de confianza por parte de la dirección deportiva del Real Madrid, que ve en él un portero de presente y futuro.