ICG Força Lleida exhibió su versión más arrolladora para imponerse con una gran contundencia por 96-66 a un Movistar Estudiantes aún en construcción.
La primera canasta estudiantil de la temporada fue de alguien que conoce los aros del Espai Fruita Barris Nord: Mark Hughes, de tres. ICG Força Lleida estaba más acertado, con 17-10 lo paró Rodríguez. Moviendo el banquillo y apretando en defensa, se llegó al final de este primer cuarto 19-17.
El partido se calentaba, con un ICG Força Lleida defendiendo al límite y protestando mucho: lo aprovechaba Movistar Estudiantes para, sin perder la calma y de mano de Hughes, ponerse por delante por primera vez (32-34). Intercambio de golpes, y de ventajas, para llegar al descanso 42-40.
Rubén Domínguez abría el segundo cuarto (42-42). Atacaba precipitado Movistar Estudiantes, algo que aprovecharon los de casa para coger otra vez la iniciativa: 49-44. Con 55-47 mediado el cuarto tocó pedir tiempo muerto, el partido era claramente granate en ese momento. No daban con la tecla los colegiales, negados en ataque ante un Lleida que no perdonaba. Muy mal tercer cuarto, parcial 15-0, 28-9 en el cuarto, y un 70-51 que levantar.
Buen arranque en el último cuarto: antideportiva sobre Stoilov y triple de Hughes, 70-55. Pero los triples de Brito y Carrera lo convirtieron en misión imposible: 77-55 quedando siete minutos. Y se acabó: a ICG Força Lleida le salía absolutamente todo, a Movistar Estudiantes nada de nada. El -30 (89-59) a falta de tres minutos era demoledor. Al final, esa fue la diferencia: 96-66.