Se marchó al Mundial de Catar como titular y ha vuelto como un fijo en el banquillo
Efe
Nemanja Maksimovic se marchó al Mundial de Catar para jugar con Serbia como un fijo casi siempre habitual en las alineaciones del Getafe. Durante 123 minutos, se enfrentó a Brasil, Camerún y Suiza. Volvió tras caer en la primera fase y, desde entonces, en seis partidos (un amistoso, dos de Copa del Rey y tres de Liga), no ha salido del banquillo del club azulón.
Quique Sánchez Flores no le ha concedido ni un solo segundo de juego que añadir a sus estadísticas. Primero, en un amistoso ante el Guadalajara mexicano. Después, frente al Diocesano y el Levante en Copa. Y, finalmente, en Liga, contra el Mallorca, el Sevilla y el Espanyol, ha estado desaparecido en combate.
Maksimovic forma parte del dúo que en las últimas temporadas ha sostenido al Getafe en Primera División. Pero no sólo eso. Junto a Mauro Arambarri en la sala de máquinas del club azulón, dirigió a su equipo hasta una histórica quinta plaza en Liga con la que pudo disputar la Liga Europa en el curso 2019/20.
La salida de su mayor valedor, José Bordalás, no le quitó protagonismo. En la corta etapa de Míchel, apenas ocho jornadas del curso pasado, también jugó casi siempre. Y, una vez destituido Míchel, con Quique, su sustituto en el banquillo, fue importante en la permanencia del Getafe la pasada temporada.
Milla y Algobia le quitan el puesto
En verano llegó un aviso de lo que podía ocurrir. El fichaje de Luis Milla, un jugador con un perfil más creativo que Maksimovic, añadía mucha competencia al centro del campo del Getafe. Sin embargo, una lesión al inicio del curso ralentizó la aparición del ex jugador del Granada y la dupla Maksimovic-Arambarri continuó vigente durante las tres primeras jornadas.
A la cuarta, después de sumar sólo un punto de nueve posibles, llegó el primer aviso para Maksimovic. Jaime Seoane, otro de los fichajes del club este curso, le quitó el sitio en el once inicial para enfrentarse al Villarreal. El experimento duró dos partidos que se saldó con un empate sin goles en El Madrigal y con una derrota contundente en Mestalla (5-1).
Sancionado Arambarri, Maksimovic regresó a la alineación en la quinta jornada para jugar junto al canterano Ángel Algobia. El Getafe ganó a la Real Sociedad (2-1) y después, ya con Arambarri de nuevo, sumó tres puntos en el estadio de Osasuna (0-2).
Una lesión le impidió enfrentarse al Real Madrid y, hasta el parón provocado por el Mundial, alternó en el once con Milla y Algobia. Su compañero en cientos de batallas, Arambarri, con una lesión en un tobillo de la que aún se recupera, se quedó fuera de juego.
Gonzalo Villar añade más competencia
Entonces, Maksimovic pasó de enfrentarse a jugadores top como Neymar, Vinícius, Choupo-Moting, Shaqiri o Xhaka a ser un hombre absolutamente invisible. Aunque Arambarri aún sigue lesionado, Quique no le ha concedido ni un solo segundo de felicidad sobre el césped.
Algobia, un canterano con proyección, le ha quitado la titularidad. Y, además, hace apenas una semana, el club adquirió los servicios de otro jugón como Milla, Gonzalo Villar, cedido por el Roma.
La llegada de Villar y la inminente recuperación de Arambarri, junto a la confianza de la que gozan Luis Milla y Algobia, han convertido a Maksimovic en el quinto mediocentro del Getafe. Con un valor de mercado de 10 millones de euros (según la web Transfermarkt), podría tener las horas contadas en su equipo.
A sus 27 años, una edad perfecta para un futbolista, y con un buen cartel después de firmar cuatro temporadas muy buenas en el Getafe, Maksimovic podría dejar una buena cantidad de dinero en las arcas del club presidido por Ángel Torres.
El Spartak de Moscú ya llamó a las puertas del Getafe para interesarse por el medio serbio, cuyo futuro se aclarará en las próximas dos semanas y que del todo pasó a la nada en apenas un mes. Maksimovic se fue al Mundial y perdió su silla.