La cuenta atrás hacia el título sigue favorable al Real Madrid, que ganó 1-3 a Osasuna para tomar impulso hacia su trigésimo quinto trofeo de Liga con la ayuda del Atlético, incapaz de superar al Granada tras empatar sin goles en el Wanda Metropolitano en otro duelo espeso de los hombres de Diego Simeone.
El conjunto blanco fue superior a Osasuna. Incluso se permitió el lujo de fallar dos penaltis, ambos lanzados en la segunda parte por Karim Benzema y detenidos por Sergio Herrera. Los tantos de David Alaba, de falta, de Marco Asensio, al filo del descanso, y de Lucas Vázquez, en el tiempo añadido, fueron suficientes para un equipo que ya acaricia el título.
El Real Madrid saca 15 puntos al Barcelona y Sevilla -el cuadro azulgrana tiene otro duelo pendiente frente al Rayo- y 17 al Atlético. Sólo le restan otros cinco partidos y el alirón está al caer.
Salvo milagro, al Real Madrid no se le escapará la victoria. De momento, aguanta los envites de sus rivales y ha salido con buena nota de la crisis que le pudo causar el 0-4 del Barcelona en el Barnabéu.
Desde entonces, aparte de clasificarse para las semifinales de la Liga de Campeones, ganó en Liga al Celta (1-2), al Getafe (2-0), al Sevilla (2-3) y ahora a Osasuna (1-2).
Además, los jugadores menos habituales, rinden. Ancelotti dio descanso a Modric, que ni viajó a Pamplona, y sentó en el banquillo a Toni Kroos, a Vinícius y a Dani Carvajal.
Nombres como Dani Ceballos, recuperado para la causa, o Camavinga, firmaron un buen partido que sólo se complicó por el tanto de Budimir y por los penaltis fallados por Benzema.
Sus errores, o los aciertos de Sergio Herrera, provocaron media hora de intranquilidad que al final acabó bien para un equipo que camina con firmeza hacia el título de Liga.