Dos millares de aficionados del Real Madrid celebran en la plaza de Cibeles con cánticos y ondear de banderas la consecución del título de la Supercopa de España tras la victoria sobre el Barcelona por 2-1 en el partido de vuelta.
En una de las celebraciones más tranquilas de los últimos tiempos, grupos reducidos de seguidores madridistas descendieron por la Castellana hasta la plaza donde tradicionalmente festejan los títulos.
Por la gran avenida madrileña los aficionados hicieron sonar el claxon de sus coches y enarbolaron banderas de España y del Real Madrid en el trayecto hasta Cibeles, donde se encontraron con los accesos cerrados por la Policía.
La fuente de la diosa Cibeles está protegida con vallas metálicas y, fuera de los cánticos habituales y frases alusivas a jugadores del Barcelona, especialmente a Piqué, no se han registrado, por el momento, incidente alguno.
El hecho de que muchos madrileños no hayan regresado todavía de sus vacaciones ha contribuido a que el ambiente sea más tranquilo que en otras ocasiones