Sin tregua transcurrieron las casi dos horas ininterrumpidas del debate "a seis" de este martes en RTVE. En ausencia de los principales candidatos, los seis grupos políticos con mayor representación parlamentaria han retratado la tensión máxima que respira la campaña electoral del 28-A.
Desde el primer minuto, la candidata del PP por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, ha indicado por dónde circularía su estrategia: "El señor Sánchez es una persona indecente". El silbido de las balas no ha dejado de sonar desde entonces.
Casi como gritos en el desierto han sido las apelaciones a las "propuestas" de los programas electorales, y es verdad que los contendientes han recitado algunas, pero la tensión marcó la charla.
PP (Álvarez de Toledo), PSOE (María Jesús Montero), Unidas Podemos (Irene Montero), Ciudadanos (Inés Arrimadas), ERC (Gabriel Rufián) y PNV (Aitor Esteban) protagonizaron el debate, previo al que se espera la semana que viene con los cuatro líderes de las principales formaciones políticas. Este último podría emitirse también en RTVE, tras aceptar Pedro Sánchez la propuesta de la televisión pública.
En el de este martes, la tensión más áspera y desagradable ha sido la que ha enfrentado Álvarez de Toledo con Irene Montero cuando la representante del PP ha cuestionado el "no" como prueba de un posible delito sexual, algo que el PSOE lleva en su programa vía reforma del Código Penal. "¿Un silencio es un no?, se ha preguntado la candidata 'popular'. Ha añadido: "¿De verdad van diciendo ustedes sí, sí, sí hasta el final? Un poco extraño, ¿no?".
Para Rufián ha sido una declaración "gravísima", lo que ha llevado a Álvarez de Toledo a exigir que concretara el qué. El candidato de ERC ha evitado dar detalles. Irene Montero no, aunque pareció que se contuvo al final. "¿Me está acusando de justificar una violación?", ha retado la candidata del PP. Montero: "Vaya a los tribunales". Álvarez de Toledo no ha negado que lo haga.
Los orígenes de la tensión han sido numerosos y diversos, y han estado presentes en cada uno de los tres bloques del debate. En el primero, sobre política económica, Álvarez de Toledo y Arrimadas, por un lado, y María Jesús Montero, por otro, han rivalizado sobre quién defiende más intensamente a Andalucía. En un contexto así el archiconocido "chiqui" de la ministra andaluza de Hacienda tenía que salir. Salió. "Ataques personales", ha visto la exconsejera andaluza.
Las políticas sociales han ocupado el segundo bloque, engullido por la polémica sobre el consentimiento ante delitos sexuales, y el modelo territorial ha circulado por el tercero. Nunca amainó el temporal. Los indultos, que cuántas naciones hay, el documento de Pedralbes que vieron Pedro Sánchez y Quim Torra, la Constitución que se rompe o no se rompe...
Más reproches
Durante casi dos horas, los reproches y los ataques no han parado de llover: "No le voy a contestar, es insultante", le ha espetado Montero (PSOE) a Álvarez de Toledo antes de que ésta zanjara: "Insultante es lo que hace con la inteligencia de los españoles".
La palabra "chaval" ha dado de sí. Arrimadas ha llegado a llamar a Rufián "chaval", y la tensión ha llegado al máximo cuando el candidato de ERC se ha referido a los "siete chavales de Alsasua". "Es que es una vergüenza que sea socio de Sánchez", se le ha oído mascullar a la candidata de Ciudadanos.
Parece que no, pero Aitor Esteban ha estado, y tampoco se ha dejado en casa la ira. Ha expresado su hartazgo por el uso como "arma electoral arrojadiza" de Cataluña y Euskadi.