El limpiaparabrisas fue inventado por una mujer… cuando apenas se había inventado el coche
Mary Anderson registró la patente en 1904
CMT
El limpiaparabrisas fue inventado por una mujer… y cuando apenas se había inventado el coche.
Mary Anderson estaba de viaje en Nueva York cuando observó, durante un viaje en tranvía en un día de mal tiempo, que el conductor detenía la marcha, en numerosas ocasiones, y se bajaba para limpiar los cristales de agua y hielo. El viaje se hizo interminable
Resuelta y creativa como era decidió hacer algo que aliviara al conductor de la tediosa tarea y que eliminara semejante pérdida de tiempo para todos. De vuelta en su Alabama natal diseñó un curioso invento que consistía en un brazo de metal al que unió por medio de resortes una goma. Colocado el invento en el exterior de parabrisas, limpiaba el cristal cuando se accionaba desde dentro del vehículo con una palanca.
Mary no fue la primera persona en tener una idea semejante, otros ya lo habían intentado, pero sí fue la Perfeccionó el invento y registró la patente de un brazo que se sujetaba en la parte superior y en la mitad del cristal. Salvo por su ubicación en el parabrisas, era bastante parecido a los que se utilizan actualmente.
Le costó varios años perfeccionar su invento pero no cejó en el empeño a pesar de las advertencias de contra de los que la rodeaban. Registró la patente y probó su invento en tranvías.
El automóvil estaba recién inventado. En 1769 se construyó el primer vehículo autopropulsado, un triciclo que se movía por vapor. En 1860 se dio un gran paso adelante cuando Etienne Lenoir patentó el primer vehículo por motor de combustión interna con gasolina.
En 1885 Carl Benz registró su ‘Benz Patent-Motorwagen’ y el 31 de agosto de 1908 Henry Ford comenzó a producir su famoso Ford modelo T en una cadena de montaje. La industria automovilística estaba en marcha.
Mary registró su patente en 1904 pero su invento fue rechazado en todos los despachos de la naciente industria. Alegaron que semejante artilugio sólo serviría que distraer al conductor y que, por tanto, provocaría muchos accidentes.
Parecía que el invento de Mary Anderson estaba destinado a perderse en el olvido de la historia… pero de nuevo fue Henry Ford quien dio impulso a una idea. Se dio cuenta de su utilidad y lo probó en sus coches. A partir de 1908 todos los Ford T incorporaron el limpiaparabrisas. En 1916 ya lo llevaban todos los coches.
En 1964 la industria automovilística dio otro paso adelante cuando Robert Kearns inventó el limpiaparabrisas intermitente. En esta ocasión los fabricantes sí que se dieron cuenta enseguida de las ventajas del invento y se desató una turbia lucha por hacerse con el nuevo limpiaparabrisas. Henry Ford tuvo que indemnizar a Kearns por haber copiado su patente. La película ‘Destellos de genio’, del año 2008, narra la historia judicial.
Mary Anderson fue una persona muy activa. Había nacido en una granja de Alabama. Su familia se trasladó a Birmingham tras la muerte de su padre. Con el dinero que le dejó en herencia una tía suya pudo vivir holgadamente pero no se resignó a quedarse en casa tomando el té con las visitas. Se convirtió en promotora inmobiliaria. También trabajó en la gestión de un rancho ganadero y viñedos.
El limpiaparabrisas fue su único invento y jamás recibió dinero en concepto de derechos. Murió a los 87 en Alabama en el año 1953.
Por cierto, fue otra mujer, la canadiense Charlotte Bridgwood quien inventó el limpiaparabrisas eléctrico en 1917