Para aprender a ganar hay que saber perder. Una máxima que no comparte el portero de Argentina Emiliano Martínez.
El Dibu Martínez, el mejor portero del Mundial de Catar 2022, mejor calladito, que dibujó con su flamante guante de oro. una zona íntima a la que recurrió más de un futbolista argentino.
Está claro que la elegancia, salvo por el disfraz a lo Harry Potter con el que vistieron a Messi, no presidió la fiesta en el vestuario argentino. Un jugador argentino se tiró dentro un contenedor con mensajes hirientes al perdedor e incluso se pidió un minuto de silencio por Mbappé.
La euforia hace locuras y el alcohol también. Que se lo pregunten a Sergio Agüero. El Kun pasaba por allí con su escurridiza botella para unirse al coro de despropósitos de su compatriotas
Algunos aficionados también se unieron al bochorno de sus futbolistas. Altercados en Madrid y más de un escaparate roto en Buenos Aires. Es lo feo de un título Mundial que tiene otras aristas más agradables.