Una semana después de su muerte, Amy Winehouse llega a lo más alto. Su álbum Back to black ha alcanzado el número uno de las listas en el Reino Unido. Después del trágico fallecimiento de la cantante, los discos de Winehouse casi se agotaron en las tiendas y el sello discográfico Universal se ha visto obligado a fabricar copias días y noche. La llegada de nuevos cargamentos a las estanterías ha dado el empujón necesario a las listas.
Además, su primer disco Frank -que casi pasó desapercibido cuando se editó - se sitúa en el quinto puesto de las islas británicas. Sin embargo, el subidón de Winehouse es un fenómeno casi exclusivamente anglosajón. Salvo la excepción holandesa, el resto de los principales países europeos parece tener otras preocupaciones musicales. En España, por ejemplo, sigue inamovible el cantautor Pablo Alborán.