Carmen Maura se convertirá esta noche en la primera actriz española en recoger el Premio Donostia del Festival de Cine de San Sebastián por su larga y premiada trayectoria, una carrera de la que, ha asegurado, no quita "nada".
"Ha habido tantas alegrías... Lo de ser actriz no ha sido un trabajo duro. En mi vida personal sí ha habido muchas cosas muy desagradables, pero tengo un carácter que hace que lo malo se me olvide con mucha facilidad", ha asegurado la intérprete de "¿Qué he hecho yo para merecer esto?" en una entrevista con Efe.
Maura llegó ayer a San Sebastián y está recibiendo el trato de gran estrella que el certamen da a todos los galardonados con el Premio Donostia, por lo que la actriz no se resiste a comentar la gran suite en la que está instalada, aunque mucho no ha podido descansar a causa de un grupo que decidió disfrutar de su juerga nocturna en las inmediaciones del hotel María Cristina.
Ahora que lo ha comprobado por sí misma, no le extraña que las actrices estadounidenses que han recogido el premio antes que ella estén encantadas de acudir al festival y a una ciudad donde se come "de puta madre".
Ya más en serio, ha asegurado que comprende a los organizadores del Zinemaldia por premiar fundamentalmente a intérpretes estadounidenses. "Entiendo al festival, necesita que venga gente como Meryl Streep", ha añadido.
De lo que no se ha quejado hoy Carmen Maura es de que le falte trabajo por razón de la edad -tiene 68 años- como han hecho repetidas veces sus colegas norteamericanas.
Ha estado trabajando mucho, y no solo en España, en los últimos meses, y ahora se va a embarcar en una aventura teatral, un regreso a los escenarios después de décadas, que le da "mucho miedo".
DEBUT EN EL MARÍA GUERRERO
El próximo 13 de diciembre, Maura "debuta" en el teatro María Guerrero de Madrid con "Carlota", de Miguel Mihura, lo que le tiene "muy contenta, pero con mucho susto".
"Hace tantísimo tiempo que no hago, que me da mucha impresión. Hay gente que nunca me ha visto en el teatro y tengo que hacerlo bien", ha señalado la actriz, que también sueña con un descanso, y que disfruta de la soledad porque dice que, en el fondo, no es una persona sociable.
La protagonista de "Ay, Carmela", "La Comunidad" y "La ley del Deseo" -tres de los papeles a los que guarda más cariño, según afirmaba por la mañana en rueda de prensa- está segura que acabará trabajando con el director argentino Juan José Campanella, aunque no sabe si será en Argentina o en España.
Ha dicho que ahora, cuando lo que más le apetece es descansar, le dan "pereza" los viajes a América Latina, pero que un buen guión le puede hacer cambiar de opinión, como ocurrió cuando le ofrecieron "Sofía y el terco", una película que lamenta que no se haya estrenado en España y que rodó el año pasado en Colombia a las órdenes de Andrés Burgos, un director al que no conocía.
Maura, que sigue leyendo "todo" lo que le llega, ha destacado que a estas alturas de su vida le da igual que quien la dirija sea famoso "o no lo conozca ni Dios", aunque sí recela un tanto de los proyectos audiovisuales de internet, un mundo que no conoce a fondo, por "la cantidad de locos que debe haber" por la red.
Está muy satisfecha de su participación en "Las brujas de Zugarramurdi", que Álex de la Iglesia presenta fuera de concurso en la Sección Oficial del Festival este año, y ha dicho que sabe que el director bilbaíno le tiene "mucho cariño".
De Pedro Almodóvar ha preferido no hablar "porque se enfada", aunque recalca que sus comentarios sobre el director del que fue "chica" en algunas de sus más celebradas películas siempre los hace "con sentido del humor".
"Pero se lo toma a mal, se pica. Y no quiero enfadar a nadie, ni causar problemas por ello ni salir en internet", ha enfatizado, horas antes de recibir el Premio Donostia en una gala en el centro Kursaal de San Sebastián.