De Dalí a Madonna, pasando por Fellini y Buñuel, muchos artistas del XX y el XXI exhiben influencias de El Bosco, al que El Prado dedica desde el 31 de mayo la mayor muestra que se ha hecho nunca sobre este pintor, vigente por su irreductible misterio y su capacidad "de ver el interior de las personas".
El catedrático de Historia del Cine, ensayista y guionista Agustín Sánchez Vidal, uno de los ponentes del curso sobre el pintor que la Fundación Amigos del Museo del Prado inaugurará el próximo 5 de julio, explica a EFE las claves que hacen que el legado de El Bosco sea tan "fascinante" en la actualidad.
"El Bosco sigue vigente, sigue atrayendo porque es irreductible, nadie ha conseguido todavía desvelar su misterio", apunta el especialista, que señala que en sus cuadros se anticipan "conceptos freudianos" como las pulsiones, los complejos y el subconsciente, que "en la época medieval nadie entendía".
Sánchez Vidal (Salamanca, 1948) recalca que, "normalmente", los pintores "pintan lo que se ve, el exterior", pero El Bosco fue capaz de pintar a las personas "desde el interior". Esa, afirma el salmantino, es "la clave" de la obra del pintor, nacido como Jerónimo Bosch en Hertogenbosch (Holanda), en 1450.
Su influencia se debe, continúa el ensayista, a que "se mueve en el mundo del carnaval, que transgrede el orden establecido", como se puede apreciar en "El jardín de las delicias", y eso es lo que le hizo "tan popular" por su estilo "capaz de sacar hacia afuera lo que está reprimido".
Esa idea "tiene continuidad" en España en la trilogía teatral de Valle Inclán "Martes de Carnaval", en las pinturas negras de Goya, y la obra de teatro de Camilo José Cela "María Sabina y el carro de heno" y "El carro de heno" de Fernando Arrabal.
Sánchez Vidal cree que si el pintor forma parte "de la familia española" es porque está "integrado en su ADN cultural y artístico" desde que el rey Felipe II comprara una gran parte de sus obras. Por ese estilo, continúa el salmantino, se le considera "santo patrón" de las tendencias que afloraron entre el siglo XIX y el XX, que van en "la dirección que él había anticipado".
El principal movimiento que "se inspira" en El Bosco es el surrealismo, que ya en su primer manifiesto cita al artista holandés, cuyo ascendiente se observa en Joan Miró, Salvador Dalí, Remedios Varo, Leonora Carrington y Frida Kahlo.
Ahí, dice, se produce el salto definitivo de la popularidad del pintor, cuya influencia se nota en las versiones de sus cuadros por parte de Dalí, los videoclips de Madonna, las películas de Carlos Saura, Federico Fellini (que hace una versión de "Las tentaciones de San Antonio"), e incluso Luis Buñuel y su "Simón del desierto".
En ese sentido, apunta también a las "traducciones modernas" de su legado, y destaca "El jardín de las delicias emojis", de Carla Gannis, que utiliza los emoticonos del lenguaje digital para visualizar el famoso cuadro.
Sánchez Vidal, que asegura que la exposición del Museo del Prado, que estará abierta hasta el 11 de septiembre, será "irrepetible", dará en la sede de la institución la conferencia de clausura del curso "El Bosco: 500 años", en el que del 5 al 7 de julio profundizará junto a varios especialistas sobre la figura del pintor flamenco.