El Rey ha elogiado hoy a los galardonados con los Premios Nacionales de Cultura por contribuir con sus obras a la "cohesión y unidad" de la sociedad española y ha subrayado que, cuando la cultura "se manifiesta en libertad y con honestidad, actúa como un poderoso aglutinador de nuestra identidad".
Acompañado por doña Letizia, Felipe VI ha presidido esta mañana la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales de Cultura 2016 en el crucero de la catedral de Cuenca, que ha reunido para la ocasión a unos doscientos invitados, entre ellos destacados representantes del mundo cultural y artístico junto a representantes del Gobierno y autoridades regionales y locales.
Antes de referirse a los premiados, el Monarca ha dedicado unas palabras a la situación de Cataluña, en las que ha garantizado que la Constitución "prevalecerá sobre cualquier quiebra" de la "convivencia en democracia" y que "los derechos que pertenecen a todos los españoles serán preservados" frente a "quienes se sitúan fuera de la legalidad constitucional y estatutaria"."Para poder expresarse, la cultura necesita la libertad", una libertad que "costó mucho a los españoles conseguir" y que hizo posible una convivencia democrática "irrenunciable", solo posible si las leyes que la regulan "son atendidas por los ciudadanos y las instituciones", ha advertido.
Ya en su reflexión sobre los premios entregados hoy, concedidos a 28 galardonados en 27 categorías diferentes, don Felipe ha afirmado que sus obras constituyen "un reflejo honesto" de "unos sentimientos y de un tiempo concreto de la Historia de España que contribuyen a conformar la imagen rica y diversa de lo que hoy somos y vivimos".
"En la cultura, en el arte, en la belleza, en la sabiduría y en el talento debemos reconocer lo que nos une", ha insistido el Monarca, quien ha puesto de relieve la "naturaleza diversa" que "siempre ha caracterizado a la cultura española" y ha animado a los premiados a "seguir sosteniendo en lo más alto" la bandera del patrimonio artístico y cultural que comparten todos los españoles.
El Gobierno estaba representado en la ceremonia por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, diputado por Cuenca, y por el titular de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, quien, además de hacer una breve laudatio de cada uno de los premiados, ha agradecido la aportación de todos a que "la luz de la cultura española sea más nítida".
Ante el emblemático arco de Jamete, la portada esculpida en el siglo XVI que da acceso al claustro de la catedral y constituye una obra maestra del Renacimiento español, Méndez de Vigo ha destacado asimismo que los galardonados, con sus creaciones y trabajos, contribuyen "a hacer de España un lugar mejor para vivir", un lugar "más luminoso, más brillante, más ilustrado".
En nombre de los galardonados, la actriz Concha Velasco, distinguida con el Premio Nacional de Teatro, ha protagonizado una breve intervención, con alguna que otra confusión en la lectura que ha manejado con humor, en la que ha puesto de relieve el valor del arte y la cultura como "seña de identidad", que representa a los españoles "en el mundo entero".
A su llegada a la Plaza Mayor, don Felipe y doña Letizia han sido aplaudidos por numerosos vecinos, que les aguardaban tras las vallas de seguridad entre gritos de "Se nota, se siente, España está presente" y a quienes los Reyes se han acercado a saludar tras ser recibidos ante la catedral por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal.
García-Page, que ha intervenido antes que el Rey, ha reflexionado sobre la situación en Cataluña, aunque sin aludir expresamente a esta Comunidad, para advertir de que las identidades culturales "no pueden ser nunca utilizadas como elemento excluyente" y "menos aún como arma arrojadiza", cuando la cultura de España es precisamente "la suma de muchas influencias" que enriquecen al país.