Sara Baras regresa a Madrid y lo hace con ‘Alma’, un estreno a nivel mundial que transmite una forma de entender la vida. El espectáculo será el 8 de septiembre en el Teatro EDP Gran Vía Madrid. “Estamos muy felices de volver a Madrid. Siempre tenemos unas temporadas preciosas y esta yo creo que lo va a ser más todavía”, nos comenta la artista en ‘Buenos Días Madrid’.
‘Alma’ es un abrazo donde el flamenco abraza al bolero, y el bolero se deja abrazar por el flamenco, un guiño constante, una aventura en los recuerdos de melodías que nos acompañaron siempre.
La artista ha hecho ‘Alma’ en torno a su padre, a quien le dedica el espectáculo tras fallecer en enero. “Le bailo todos los días a mi padre. Era un enamorado de los boleros y siempre hablábamos de hacerlo algún día. Desgraciadamente no fue así y estamos aprendiendo a sentirlo de otra manera”.
Debido a la muerte de su padre, ‘Alma’ tiene una gran carga sentimental y emocional, donde fusiona melodías conocidas de boleros con palos de flamenco tradicional. “Esas melodías que todos conocemos introducidas en una cuadratura tan complicada hace que tenga una magia muy especial”, señala Sara.
Sara Baras, representante de la cultura española a nivel mundial
La artista dice sentirse “muy orgullosa de ser parte de una de las representantes de nuestra cultura por el mundo, muy orgullosa como flamenca, muy orgullosa como andaluza” y también de sentirse madrileña.
Sara Baras nos comenta que el amor que le tiene al flamenco se lo debe a su madre. “Tener la oportunidad de estar cerca de maestros y personas importantes, tanto profesional como personalmente, me ha hecho crecer a gran velocidad”.
En sus inicios, nos comenta que sus maestros le pedían precaución al zapatear. “En el flamenco ha habido diferentes épocas. “Antiguamente la mujer bailaba de brazos y cadera”, hasta que “Carmen Amaya introdujo el zapatear con la misma fuerza que un hombre”. Por lo tanto, “a las que hemos venido detrás se nos decía que no abusáramos”.
La bailaora recuerda también el día en que falleció su padre, quien le pidió que se subiera a las tablas esa tarde. “Fue la función más difícil de toda mi carrera”.
El gran miedo de Sara Bargas es “no sentir, de repente no tener nada que decir”, pero asegura que ese momento aún no ha llegado y que no tiene ni tiempo para transmitir todo lo que siente.