La oscarizada actriz estadounidense Jennifer Lawrence ha asegurado que la segunda parte de la saga Los juegos del hambre, titulada En llamas, es "un reflejo exagerado de nosotros como seres humanos y como sociedad, pero expresa cómo de alguna manera nos hemos endurecido".
"No creo que ese sea el mensaje esencial de la película", apunta la actriz en una entrevista realizada hoy en Madrid, adonde se ha desplazado con parte del equipo de la cinta para promocionar su estreno el próximo día 22 de noviembre, pero sí considera que es preocupante que, "cuando vemos en la tele cómo se destruye la vida de personas, para nosotros se trata de entretenimiento".
"Somos insensibles a las peores situaciones de violencia o de sexo. Queremos más y más, y los medios de comunicación nos lo dan, y encima vemos cómo parece que los gobiernos y esos mismos medios se unen y conforman una sola entidad. Me parece muy peligroso", considera.
Lawrence explica que, como actriz, fue "muy emocionante" volver al personaje protagonista de la saga, Katniss, ya que ahora "es muy distinta: ha sobrevivido a los juegos, tiene estrés postraumático y recuerdos que le provocan pesadillas y se ve un poco desplazada".
Si en la primera parte el Gobierno mantiene el control, en esta segunda hay "esperanza", dice, y opina que es bueno que haya una heroína: "La generación actual necesita modelos de este tipo".
Ahora, en "El Capitolio", el lugar en que Suzanne Collins, la escritora de "Los juegos del hambre", ha convertido EE.UU., el presidente Snow (Donald Sutherland) se ve amenazado, porque se ha desafiado al poder, y ella se convierte en símbolo de la rebelión.
La actriz se queda pasmada cuando un periodista le pregunta si no cree que en España, con la situación de crisis económica y los recortes que hay, no podría ocurrir como en Panem, la nación de Los juegos del hambre. "No voy a alentar una revolución en España", zanja Lawrence, pero sí señala que "una sola voz puede ser muy poderosa" y advierte de que la gente "siempre tiene que luchar por su independencia".
MUSA DEL CINE INDEPENDIENTE
Tiene 23 años, es miss Dior y toda su vida ha cambiado desde el Óscar. Tras su impresionante interpretación en Winter's Bone (2010), con la que aterrizó en Hollywood, dos años después ganó el Óscar por la desequilibrada compañera del todavía más desequilibrado Bradley Cooper en "El lado bueno de las cosas".
Aclamada como musa del cine independiente, Lawrence participó en X-Men: First Class, donde tiene pendiente su precuela, X-Men: Días del futuro pasado y aún le esperan entre 2014 y 2015 siete largometrajes y el estreno de American Hustle, de nuevo con Cooper.
Dice identificarse con Katniss, la protagonista de En llamas, sobre todo, cuando vuelve a su casa después de los juegos, y la gente le trata como si fuera otra, pero ella no se siente distinta. Así me pasa a mí con la reacción de la gente" después de ganar su Oscar.