El Banco de España prevé que la recuperación económica siga siendo lenta y muy dependiente de la evolución del sector exterior, además de estar sujeta a "una gran incertidumbre" asociada a posibles nuevas tensiones en los mercados financieros, que podrían desembocar en una crisis de confianza.
Ante este escenario incierto, el supervisor insiste en su informe anual de 2010 en que la respuesta política es decisiva y el papel de las reformas estructurales central para culminar la corrección de los desequilibrios de la economía.
En este sentido, señala que la reactivación del consumo interno está condicionada por el nivel de endeudamiento del sector privado, cuyas condiciones de financiación pueden verse negativamente afectadas por nuevas turbulencias en los mercados.
Explica que la eventual escalada del precio del petróleo supone un riesgo añadido para un país con una elevada dependencia energética, por lo que recomienda al Gobierno no retrasar la aplicación del plan de ahorro de energía aprobado el pasado 4 de marzo, porque ayudará a aminorar el déficit comercial.
Asimismo, considera que la moderación de la inflación y los salarios si requisitos fundamentales para asegurar la recuperación.
A expensas de cómo evolucione el petróleo, el Banco de España prevé que la inflación cierre en torno al 2 % en 2011 y al 1,5 % en 2012.
Sobre los salarios, asegura que existe el riesgo de que la alta inflación registrada a cierre de 2010 y en los primeros meses de 2011 se traslade "en exceso" a los salarios y con ello se dificulte la recuperación de la competitividad y el empleo.
A este respecto, añade que la reforma laboral ha introducido mayores posibilidades de que los empresarios no apliquen los incrementos salariales pactados (descuelgue), lo que debería redundar en una moderación de las retribuciones que "no se está observando" en los primeros meses de 2011.
Por esta razón, considera que el impacto de la reforma es "todavía limitado", aunque reconoce que se ha producido un cierto repunte de las reducciones de jornada y un aumento de los despidos justificados por causas objetivas (entre ellas, las económicas).
MAS INDEPENDENCIA Y FLEXIBILIDAD A LAS EMPRESAS
El Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha confiado hoy en que el trámite parlamentario de la reforma de la negociación colectiva sirva para avanzar en una mayor independencia y flexibilidad de las empresas para mejorar su propia productividad y competitividad.
En el discurso pronunciado hoy ante el Consejo de Gobierno del Banco de España, el Gobernador remarcó que la mejora del funcionamiento del mercado laboral del país "sigue siendo la tarea de política económica más necesaria e imperiosa".
Para Fernández Ordóñez, el decreto aprobado el viernes pasado en Consejo de Ministros contiene "alguna mejora" en la regulación de la negociación colectiva, pero es en el trámite parlamentario donde se debe avanzar, "sobre todo en permitir a trabajadores y empresarios decidir lo que crean que es conveniente para mejorar la productividad y competitividad de sus empresas".
Sin acometer esta tarea "urgente", advirtió el Gobernador, "nuestra economía seguirá pagando durante mucho tiempo un precio excesivamente alto en términos de desempleo y bajo crecimiento", con "altísimos costes sociales".
Esta reforma para acercar el modelo español al de los demás países desarrollados, debería ir acompañada, para Fernández Ordóñez, de una profundización en el aumento de la competencia en los mercados de bienes y servicios.