Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro han defendido este lunes garantizar medidas nacionales para paliar la subida de precios provocada por la crisis energética, preservando las señales de precios y acotando sus medidas fiscales a los más vulnerables.
Esta decisión llega después del plan anunciado por Alemania para destinar 200.000 millones de euros a reducir la factura de la energía del consumidor final, el cual despertó el recelo de varios socios.
"Hemos calculado que alrededor del 70% de las medidas adoptadas por los Estados miembros hasta la fecha no son específicas, lo que significa que benefician a todos, o a una parte muy grande de la población, y no sólo a los más vulnerables", ha explicado Paolo Gentiloni, comisario europeo de Economía.
Asimismo, Gentiloni, ha reconocido que el dato "supone un avance comparado con hace un par de meses, cuando alrededor del 80% de las medidas no eran específicas".
En cuanto a las previsiones económicas, en las que la Comisión Europea entrará en detalles el viernes, el comisario ha avanzado que "muchos indicadores muestran que una contracción de la economía es probable" y ha animado a "trabajar para evitar que esa contracción de los meses de invierno se convierta en un prolongado periodo de recesión".
Como solución, trabajar juntos para mejorar los resultados, ya que es esperable que los precios sigan altos durante un tiempo. Todo ello en un momento en el que la inflación en la zona del euro ha subido al 10,7%, impulsada principalmente por los altos precios de la energía.