El asesor del Ministerio de Trabajo y Economía Social, José Manuel Lago, y el subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), José Ignacio Conde-Ruiz, defendieron este martes la necesidad de reforzar, en el seno del diálogo social, la lucha contra el uso “no correcto” del contrato fijo discontinuo que se hace en “algunas empresas” de determinados sectores.
Así lo pusieron de manifiesto estos expertos durante su participación en un coloquio organizado por el Consejo General de Economistas de España (CGE), a través de su órgano especializado en materia laboral, denominado Economistas Asesores Laborales (EAL), para realizar un balance del funcionamiento de la reforma laboral en su casi primer año y medio de vigencia.
Para Lago, se debe apostar por el diálogo social y por la acción de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para luchar contra los casos de mala praxis con el contrato fijo discontinuo, de los que dijo que son minoría, mientras que Conde-Ruiz apostó también por acometer modificaciones en la regulación actual.
Conde Ruiz celebró que la reforma laboral de 2021 no deroga la legislación de 2012, sino que “se asienta sobre” la misma, “corrigiendo algunos desequilibrios”, pero garantizando la flexibilidad interna y no tocando el precio del despido, lo que calificó de “muy positivo”.
“No se produjo una ruptura sino una continuidad sobre las mejoras que se estaban produciendo en el mercado laboral”, enfatizó Conde-Ruiz que puso en valor la reducción de la tasa de temporalidad.
No obstante, subrayó que “no todo se debe a la reforma laboral”, ya que se debe tener en cuenta que uno de los dos años en los que la legislación ha estado en vigor en España hubo un crecimiento del PIB del 5,5%. “De ahí viene la dificultade de valorar esa reforma”, añadió.
Además, sostuvo que la economía española “sigue teniendo muchos efectos calendarios”, como pone de relieve el hecho de que siga habiendo tantos despidos y contrataciones en lunes y viernes y primeros y últimos días del mes.
Por ello, apostó por “restringir” el uso del contrato fijo discontinuo en el seno del diálogo social pues, de lo contrario, se está “replicando” el comportamiento bajo esta modalidad que había anteriormente con la contratación temporal.