La ciudad de Madrid concentra uno de cada cuatro teletrabajadores de España, siendo la que más ha aplicado esta modalidad laboral y la única localidad de España que se sitúa en la media europea (un 24% frente al 24,1% de la capital).
Así lo ha destacado el responsable de Digitalización en el Trabajo en UGT Madrid, José Varela, en un encuentro sobre el teletrabajo dentro de las actividades del Plan de Empleo de la Ciudad de Madrid 2020-2023.
Varela ha explicado que en estos datos afectan varios factores como que la ciudad concentra una de cada tres empresas con más de 500.000 trabajadores y más del 50% de las que cuentan con más de 5.000. Estas son las más proclives a tener perfiles teletrabajables.
Además, se suma el factor transporte, ya que en las grandes ciudades hay más dificultades para el traslado al puesto de trabajo, lo que favorece la jornada laboral en remoto.
Del conjunto del mercado laboral, Madrid cuenta con un 20% de sus perfiles laborales que son teletrabajables frente a cuotas más bajas como la que se aprecia en las ciudades de menos de 20.000 habitantes donde baja al 9%. Asimismo, la capital registra una mejor percepción sobre el teletrabajo, logrando un 9 sobre 10 frente a la media española, con un 8 sobre 10.
Aumento tras la pandemia pero retroceso en 2023
Analizando los datos de cuántas personas teletrabajan, se aprecia un gran aumento a raíz del Covid-19. De hecho han cambiado los equilibrios, pasando del 8,3% nacional y 8,2% madrileño en 2019 a rozar el 24% en Madrid y un 15,3% nacional. En el primer trimestre del año ha habido 668.000 teletrabajadores en Madrid de los que 383.000 lo hicieron la mitad de la semana o más.
Aún así, lo que aprecia el sindicato es un retroceso generalizado del teletrabajo y la vuelta a los niveles prepandemia, incluso en las grandes empresas, más proclives a esta modalidad. De los 15 convenios colectivos firmados este año solo dos lo regulan y un 60% de los trabajadores en remoto no recibe la compensación por gastos fijada en la Ley.
A esto se suma a que un 16% nunca ha teletrabajado y que hay unas 382.000 personas que no saben utilizar una videollamada.
Es por ello que desde el sindicato se ha puesto la mirada en otros países donde ha sido un éxito. Uno de ellos es Irlanda, el segundo país de la UE donde más ha aumentado, hasta rozar el 40%, y donde se perfiló una estrategia para conseguir que el trabajo en remoto creciera.
Entre los puntos de la misma se encuentran una base de datos de las empresas en las que se ha aplicado --fijando si funcionó o falló--, un conocimiento de cómo llevar el teletrabajo a cada centro, el coste-beneficio del mismo y reuniones periódicas para analizar su funcionamiento.
Además, se marcó un 20% de teletrabajo en el sector público, se fomentó la formación de los trabajadores en las herramientas vinculadas a esta modalidad y se identificó qué lugares contaban con la infraestructura necesaria para desarrollarlo en el caso de que los domicilios no cumplieran estas condiciones.