Las autoridades filipinas evacuaron hoy a decenas de miles de personas por la amenaza que supone la llegada del tifón Nock-Ten, de categoría cuatro, a las costas de la región oriental del centro del archipiélago. El servicio meteorológico filipino Pagasa anunció, en un mensaje publicado en la red social Twitter, que Nock-Ten tocó tierra en la oriental isla de Catanduanes sobre las 18.30 hora local (10.30 GMT) con vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora y rachas de hasta 255 tras intensificar su fuerza en las últimas horas.
Los equipos de emergencia trabajaron a destajo durante toda la jornada para realojar en centros deportivos y escuelas a miles de personas residentes en la región de Bícol, donde se encuentra Catanduanes, ante la "grave amenaza" que supone el tifón, bautizado por los locales como "Nina".
En la provincia de Albay, en el sur de Bícol, cerca de 139.000 personas fueron trasladadas a los veintidós recintos auspiciados por el Gobierno, según datos aportados por Cedric Daep, director de la oficina local para el control de emergencias. El gobernador de dicha provincia, Al Francis Bichara, afirmó al diario "The Inquirer" que las tareas de evacuación continúan a lo largo de la región y podría alcanzar un total de un millón de personas. "Nuestro objetivo es cero muertes", señaló al citado medio Miguel Luis Villafuerte, gobernador de Camarines Sur, otra de las provincias afectadas.
Las autoridades han declarado el estado de alerta para una docena de provincias, donde el paso del tifón provocará fuertes lluvias en las zonas ubicadas dentro de unos 500 kilómetros alrededor del mismo, que a su vez podrían provocar inundaciones y corrimientos de tierra en zonas montañosas. También alertaron de una posible subida del nivel del mar, estimada en 2,5 metros, que amenaza a las localidades costeras de Albay, Catanduanes, Camarines Sur, Camarines Norte y Sorsogon.
Nock-Ten, que se mueve a una velocidad de 15 kilómetros por hora dirección oeste, cruzará el archipiélago filipino hasta el miércoles, aunque se prevé que pierda intensidad a medida que avance por tierra firme. "Pero su impacto todavía será fuerte en su llegada al sur de Luzón y en el área metropolitana de Metro Manila" prevista para el lunes, apuntó Benison Estareja, meteorólogo del Pagasa.
El servicio de guardacostas anunció la víspera la cancelación del transporte marítimo en varias zonas de la parte central del país, por donde pasará el tifón, obligando a unas 8.000 personas a anular los viajes programados durante las festividades navideñas, unas de las fechas más importantes de este país de mayoría católica.
El transporte aéreo también se ha visto afectado por el temporal con la cancelación de al menos 35 vuelos domésticos e internacionales.
Nock-Ten es el tercer tifón en la historia del país que afecta a Filipinas durante las fechas navideñas, tras los tifones Lee (1981) y Jean (1947), ambos de categoría 2. Entre 15 y 20 tifones recorren todos los años Filipinas durante la temporada lluviosa, que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.
El pasado octubre, el tifón Haima, que alcanzó el rango máximo de categoría cinco, causó 19 muertos y obligó a la evacuación de más de 100.000 personas durante su paso por el norte del país. En noviembre de 2013, el tifón Haiyan, uno de los más potentes de la historia en tocar tierra con rachas de viento de hasta 315 kilómetros por hora, causó 6.300 muertos, más de 1.000 desaparecidos y 14 millones de damnificados en la región central de Filipinas.