Estados Unidos supuestamente investiga a personas cercanas al presidente de Bolivia, Evo Morales, a las que acusa de narcotráfico, según dice un informante de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA) en un documento judicial al que tuvo acceso Efe.
Entre los investigados se encuentran el piloto del avión oficial de Morales, Walter Álvarez Agramonte, y dos personas muy cercanas al vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera: su padre, Raúl García, y su amigo Faustino Giménez, ciudadano argentino que trabaja para el Gobierno en Minería, según el documento judicial.
La información sobre esta "operación en curso" la difundió Carlos Toro, informante de la DEA entre 1986 y 2015, que interpuso el 8 de septiembre una demanda contra el Gobierno de EEUU, al que reclama 5 millones de dólares para que reconozca su papel en diferentes investigaciones, como la que su abogado llama "el caso Bolivia".
La lista de investigados, siempre según el informante de la DEA, se completa con Yidua Katty Orosco Torres, también conocida como Katy Alcoreza, una antigua policía nacional que ahora, como agente de los servicios de inteligencia y espionaje, dice, se dedica supuestamente a proteger a Morales y a un fiscal, cuyo nombre no se cita en la denuncia.
A preguntas de Efe, un portavoz de la DEA declinó comentar esta demanda y la supuesta investigación de la Agencia Antidrogas. Según la denuncia, el informante jugó un papel "esencial" al recabar para la DEA la información necesaria para acusar de narcotráfico a personas del círculo cercano a Morales, antiguo sindicalista cocalero que, en 2008, expulsó del país a la DEA y al embajador de EEUU, Philip Goldberg.
En el momento de su expulsión, Morales acusó a la DEA y a Goldberg de ser parte de una conspiración contra su Gobierno, denuncia que Washington rechazó tajantemente y replicó echando al embajador boliviano Gustavo Guzmán. Desde la expulsión mutua de embajadores, las relaciones entre ambas naciones están a nivel de encargados de negocios.