El presidente de Bolivia, Evo Morales, ratificó hoy que el nódulo descubierto en su garganta durante unos exámenes de urgencia efectuados la semana pasada en Cuba "no es maligno" y no le provoca dolor, pero debe ser extirpado.
En una rueda de prensa en Cochabamba (centro), reconoció que todavía sufre de ronquera, algo que le afecta desde enero pasado, pero los médicos le dijeron que eso mejorará poco a poco y que también debe someterse a la cirugía para la extirpación del nódulo.
"Felizmente no es maligno y tiene que extraerme eso", sostuvo el mandatario, que la semana pasada visitó La Habana para someterse a unos exámenes de la garganta y el abdomen, donde sufría de dolores.
Hace unos días, la ministra de Salud, Ariana Campero, explicó que el mandatario tiene una "tumoración" benigna de tamaño milimétrico en la laringe, también padecía de sinusitis y de una infección vírica que le causaba dolores en el abdomen.
Morales dijo a los medios que está obligado a informar sobre sus padecimientos porque la oposición y la prensa están pendientes del asunto y no quiere causar preocupación en el pueblo boliviano.
"Estoy mejor, aunque sigo con tratamiento", concluyó, tras admitir que los médicos le han pedido respetar las recomendaciones de reposo en su agenda de actividades, que en los últimos días incluyó partidos de fútbol y largos discursos en diversos actos.