Se cumplen seis meses de la guerra de Ucrania. Un conflicto que ha dejado hasta la fecha casi un millar de niños muertos o heridos. Las organizaciones de ayuda humanitaria quieren poner en valor esta cifra para recordar que la población infantil ucraniana necesita la paz.
Hay de media unas cinco víctimas infantiles cada día, hasta sumar un total de 972 (362 fallecidos y 610 heridos), según la oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. "Y estas son solo las cifras que la ONU ha podido verificar. Creemos que el número real es mucho mayor", ha advertido la directora de UNICEF, Catherine Russell.
De los niños fallecidos al menos el 16% tenían menos de cinco años, lo que indica que la población civil está sufriendo en primera línea los estragos del conflicto. De hecho, la mayor parte de las bajas infantiles se deben al uso de armas explosivas que “no discriminan entre civiles y combatientes, especialmente cuando se usan en áreas pobladas, como ha sido el caso de Ucrania” ha señalado Russel en un comunicado.
La ONU estima que 3,1 millones de niños viven como refugiados, mientras que otros 3 millones han huido de sus hogares pero permanecen dentro de Ucrania, como desplazados internos. El desplazamiento es el patrón común de muchas de las historias que ha dejado esta guerra.
Rasha, por ejemplo, cuenta a UNICEF que ya huyó de la guerra en Siria cuando tenía siete años y ahora la tragedia se repite. "Nunca imaginé que volvería a suceder", afirma.
También Vira y sus hijos se vieron obligados a huir. En su caso, aguantaron todo lo que pudieron en un sótano de Zaporiyia. Ahora viven desplazados en Leópolis, con graves dificultades para poder adquirir los productos más básicos debido a la subida generalizada de los precios.
Efectos colaterales
"Una vez más, como en todas las guerras, las decisiones imprudentes de los adultos están poniendo a los niños en un riesgo extremo", ha lamentado la máxima responsable de UNICEF. También ha llamado a tener en cuenta no únicamente "el horror de los niños asesinados o heridos físicamente en los ataques", sino también otro tipo de efectos colaterales.
"Casi todos los niños en Ucrania han estado expuestos a eventos profundamente angustiosos, y aquellos que huyen de la violencia corren un riesgo significativo de separación familiar, violencia, abuso, explotación sexual y trata", ha añadido.
La directora de Save the Children en Ucrania, Sonia Khush, también ha coincidido en que, "aunque los niños de Ucrania no tienen nada que ver con las causas de la guerra, son los más afectados por ella", hasta el punto de que "están creciendo con el sonido de las bombas y los bombardeos, y con la imagen de sus casas destruidas, sus escuelas dañadas y sus amigos y familiares muertos o heridos".
En una semana dará comienzo el curso escolar, algo que pondrá de manifiesto de nuevo hasta qué punto el sistema educativo ha sido también "devastado", en palabras de Russell. UNICEF calcula que una décima parte de los centros educativos han sufrido daños, a lo que se suma el complicado horizonte de los menores desplazados.