En nota de prensa, el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué, señaló que “la sociología de los refugiados está cambiando mucho”. “Ahora vemos gente que viene directamente de las zonas de conflicto y que está muy necesitada por su sufrimiento físico y psíquico”, declaró. “Son refugiados que han huido con lo puesto”, prosiguió, y “muchos de ellos son personas mayores con una altísima vulnerabilidad”.
Los datos indican que la mayoría de los refugiados han cruzado la frontera hacia los países vecinos de Ucrania. Cerca de 2,1 millones de ellos se han dirigido a Polonia, 543.000 a Rumanía y 367.000 a Moldavia, lugares donde opera Acción contra el Hambre. “Mi convicción es que lo peor está por llegar”, apuntó el director de Acción contra el Hambre.
“Según los datos que manejamos, hay siete millones de desplazados dentro de Ucrania. Son personas que temen muchísimo salir del país porque no saben a dónde ir”, afirmó. “Gran parte de la primera oleada de refugiados huyó hacia países de la Unión Europea, aprovechando la directiva europea de libre circulación, pero los que llegan ahora no saben dónde ir”, explicó Acción contra el Hambre.
"Quieren quedarse cerca porque han dejado familiares en Ucrania y porque no tienen recursos, ni lingüísticos ni económicos, para emprender una nueva vida. Esto nos hace temer que la cantidad de refugiados, que ha sido muy bien gestionada por Polonia, Rumanía y Moldavia, pueda saturar los sistemas nacionales rápidamente, porque el conflicto no disminuye”, advirtió la ONG.