El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asumió que su Gobierno cometió errores "de burocracia" con una "corrupción que envolvió las políticas revolucionarias" lo que influyó en la derrota electoral del domingo pasado, aunque insistió en que el principal enemigo es "la derecha fascista".
"O en Venezuela salimos de este atascadero (atolladero) en el que esta guerra económica nos metió, que nuestros propios errores nos metieron, la burocracia, la corrupción que envolvió las políticas revolucionarias (...), o Venezuela va a entrar en un gran conflicto", dijo Maduro a las puertas del palacio presidencial de Miraflores.
El presidente ofreció un breve discurso ante varias decenas de personas que se movilizaron para manifestar su apoyo a Maduro después de que el martes se conocieran los resultados definitivos de las parlamentarias del domingo que dieron ganadora a la oposición con 112 diputados sobre 55 del chavismo.
"Hay un conjunto de problemas, de errores acumulados que el pueblo debe saber que yo estoy perfectamente consciente y he convocado a un diálogo con el pueblo", señaló. Pidió a sus seguidores "ubicar al enemigo principal" que, dijo, "es la derecha fascista contrarrevolucionaria que ha obtenido un éxito electoral" y a sus "aliados" que se esconden "en distintos cargos".
Reiteró la llamada al debate que ha hecho desde el pasado lunes entre las fuerzas chavistas para tejer "una estrategia revolucionaria y convertir esta crisis en una crisis revolucionaria" que fortalezca la llamada "revolución bolivariana". "Un renacer de la fuerza popular de la revolución bolivariana, eso es lo que yo quiero, estoy dispuesto a encabezar una revolución radical, socialista, popular", dijo.
Recordó que el próximo 5 de enero toma posesión la nueva Asamblea Nacional (AN) y acusó a los nuevos diputados opositores de querer derogar las leyes "del poder popular" y de amenazar con cerrar medios oficialistas como el canal y la radio del Parlamento, así como el estatal VTV y el regional Telesur. Dijo, además, que ese nuevo Parlamento opositor quiere "acabar con Petrocaribe".
"Ha triunfado una contrarrevolución fascista (...) utilizando las reglas de la democracia y ahora está amenazando al pueblo de quitarle las misiones, la educación, la Ley del Trabajo", señaló, al tiempo que pidió a la "burguesía" que "no cante victoria por un revés pasajero" que ha tenido la revolución. "Las revoluciones a veces necesitan el látigo de situaciones adversas, difíciles, el latigo de la contrarrevolución para despertar", aseveró.