Las autoridades de Malta rechazaron hoy acoger al barco de la ONG alemana Lifeline, que permanece en el Mediterráneo con más de 200 inmigrantes a bordo y a la espera de que algún país le permita atracar en un puerto seguro. La ONG confirmó hoy a EFE que a bordo tienen a 224 personas, si bien el ministro italiano del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, aseguró en Twitter que el barco transporta a 239 rescatados, mientras que las autoridades de Malta, en un comunicado oficial, los han cifrado en 234.
El barco de la ONG, que porta bandera holandesa, se encuentra próximo a las aguas de Malta, por lo que las autoridades italianas han pedido a este país que se haga cargo de estas personas.
Salvini ya ha advertido de que no dejará que lleguen a Italia a las ONG que asistan a migrantes en el Mediterráneo, mientras que el ministro italiano de Infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli, exigió a Malta abra sus puertos.
Toninelli publicó hoy un mensaje en la red social de Facebook en el que adjuntó la fotocopia de un comunicado de las autoridades maltesas en las que rechazan abrir sus puertos a la organización.
Malta estima que no puede ser "responsable de la irresponsabilidad de un barco" que navega con sobrecarga, ya que tiene una capacidad de 50 personas y lleva a bordo a estos más de 200 socorridos.
También opina que "el barco no ha señalado estar en situación de peligro" y por tanto no es necesario que Malta asuma su situación por estar próxima a sus aguas, tal y como pide Italia.
Malta añade que el barco debe ser responsabilidad del país del que porta la bandera, en este caso de Holanda, y que por tanto se limitará a "controlar" y "proporcionar asistencia de casos médicos urgentes y cualquier suministro si es necesario".
Toninelli ha criticado "la falta de humanidad de Malta" y ha dicho que esta postura "es el espejo de la Unión Europea". "El centro de coordinación de salvamentos de La Valeta ha rechazado cualquier tipo de intervención.
El ministro italiano consideró que la negativa de Malta "no tiene ninguna justificación" y pidió a la Unión Europea (UE) que intervenga para "remediar la falta de humanidad de Malta, para salvar ahora los inmigrantes de Lifeline y en un futuro para desincentivar las salidas de 'las barcazas de la muerte'".
El barco se encuentra en el Mediterráneo esperando instrucciones, un caso que recuerda a la situación que vivió recientemente el Aquarius, de las ONG SOS Méditerranée y Médicos sin Fronteras, que tuvo que trasladarse a España, Valencia, con 630 migrantes, tras las negativas de Italia y Malta.