Unos 25.000 militares de Japón y EEUU iniciaron hoy una nueva misión conjunta para buscar a casi 12.000 desaparecidos por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, en una operación que por primera vez cubre zonas a menos de 30 kilómetros de la central nuclear de Fukushima.
Para la búsqueda, que se prolongará hasta mañana, martes, se han movilizado además 90 aviones y helicópteros y 50 buques que rastrean las zonas costeras de las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, las tres más afectadas por el desastre.
Un mes y medio después del seísmo hay 11.889 desaparecidos, mientras que los muertos ascienden a 14.358, según el último recuento de la Policía nipona.
En los otros dos operativos conjuntos de rescate de Japón y EEUU, lanzados a principios de abril, tan solo se lograron recuperar varias decenas de cuerpos, ya que se cree que muchos fueron arrastrados al interior del mar por la masa de agua.
Entre las zonas inspeccionadas hoy estuvieron los escombros de varios edificios de Miyagi, entre ellos una escuela de primaria en la que se buscan aún los cuerpos de 74 niños desaparecidos tras el desastre, informó la cadena pública NHK.
La operación también incluyó las aguas del litoral y áreas situadas dentro de un radio de 30 kilómetros de la maltrecha central nuclear de Fukushima, donde se trabaja sin descanso para intentar restaurar el sistema de refrigeración dañado por el tsunami y contener la radiactividad.
El radio de 20 kilómetros en torno a la planta ha sido declarado zona legal de exclusión, mientras en la zona a entre 20 y 30 kilómetros el Gobierno ha recomendado a los ciudadanos que se mantengan resguardados o dejen el lugar.
Además, las autoridades han ordenado la evacuación, para mediados de mayo, de cinco pueblos situados hasta a 40 kilómetros de la central nuclear en los que se han detectado elevados niveles de radiación.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, detalló hoy que a aquellos evacuados en un radio de 20 kilómetros se les permitirá entrar por un periodo de hasta cinco horas con permisos especiales para recoger las pertenencias que dejaron atrás al abandonar el lugar precipitadamente.
Estas visitas controladas las realizarán unos 26.000 evacuados a partir de principios de mayo, precisó Kan, citado por la agencia local Kyodo, durante una sesión parlamentaria.
El primer ministro nipón también defendió su respuesta a la crisis nuclear, que ha recibido críticas que la tachan de demasiado lenta, e insistió en que no hubo "ningún error" en la gestión de la situación por parte del Gobierno.