El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó que su país prosigue la búsqueda de una solución "diplomática" al conflicto de Ucrania, en medio de crecientes presiones para que Washington entregue armas al Gobierno de Kiev.
Durante una conferencia de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, a quien recibió en la Casa Blanca, Obama subrayó que los rebeldes prorrusos de Ucrania "han violado todos los compromisos" establecidos el año pasado para resolver el conflicto y acusó a Rusia de enviar "más tanques" en apoyo de los separatistas.
El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó hoy que, si "fracasa" la diplomacia para resolver el conflicto de Ucrania, evaluará "todas las opciones" disponibles, entre ellas la entrega de armamento al Gobierno de Kiev, aunque añadió que todavía no ha tomado una decisión al respecto.
Al insistir en que la decisión no está tomada y sin fijar un plazo para ello, Obama declaró que su equipo estudia medidas "adicionales" para "ayudar a Ucrania a reforzar sus defensas frente a la agresión separatista".
El gobernante subrayó que los rebeldes prorrusos de Ucrania "han violado todos los compromisos" establecidos el año pasado para resolver el conflicto y acusó a Rusia de enviar "más tanques" en apoyo de los separatistas, pero insistió varias veces en que EEUU busca y confía en una solución "diplomática".
Rusia "ha pagado un precio muy significativo por sus acciones, primero en Crimea y ahora en el este de Ucrania", recalcó Obama.
"Y una de las cosas por las que estoy muy alentado es por el grado en que hemos sido capaces de mantener la unidad entre Estados Unidos y Europa en este tema", añadió.
Por su parte, Merkel reiteró que no apoya una solución militar al conflicto de Ucrania, pero puntualizó que su alianza con Estados Unidos se mantendrá "sólida", incluso si el Gobierno de Obama decide entregar armamento a Kiev.
RUSIA Y EUROPA ACELERAN LAS NEGOCIACIONES
Mientras, los mediadores rusos y europeos aceleraron las consultas diplomáticas para la celebración en Minsk de una cumbre de paz para Ucrania, mientras los separatistas prorrusos comenzaron una movilización para crear una fuerza militar de 100.000 hombres.
Berlín fue escenario de los preparativos de la cumbre del miércoles, en los que participaron diplomáticos de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, labor que continuará mañana en la capital bielorrusa.
Ante lo que ha sido catalogada de última oportunidad para la paz en Ucrania, la Unión Europea (UE) hizo un gesto por su parte al aprobar un nuevo paquete de sanciones contra los implicados en la crisis, pero aplazar su aplicación y condicionarla al éxito de la iniciativa franco-alemana.
El ministro alemán de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, insistió en que el objetivo es lograr un acuerdo "a largo plazo" y una solución política "duradera" y no sólo un cese temporal de las hostilidades. "Nadie puede ganar si continúa el conflicto. Encontrar el camino para solucionar la crisis también va en interés de Rusia", afirmó.
Rusia advirtió por su parte que si las negociaciones de paz fracasan, se producirá a buen seguro una nueva escalada del conflicto.
El preludio de la cumbre será la reunión del Grupo de Contacto, formato de negociaciones entre Kiev y los separatistas con la mediación de Rusia y de la OSCE, que se celebrará mañana en Minsk
La anterior ronda celebrada en la capital bielorrusa fue un diálogo de sordos debido a que los separatistas no reconocieron al expresidente ucraniano Leonid Kuchma como negociador plenipotenciario de Kiev.
"Puedo adelantar que las negociaciones no serán fáciles. Eso, seguro. Para todos, para nosotros y para ellos", afirmó hoy Ígor Plotnitski, líder de la autoproclamada república popular de Lugansk.
El dirigente rebelde advirtió de que los separatistas no darán "ni un paso atrás" a la hora de trazar la línea de separación de fuerzas después de conquistar cientos de kilómetros cuadrados de territorio en las últimas semanas. "Puedo decir una cosa: difícilmente nos moveremos de la línea en la que nos encontramos ahora. Nuestro principio: ni un paso atrás. No cederemos aquello que hemos pagado con nuestra sangre", recalcó.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, dejó claro por su parte que el Este de Ucrania no necesita fuerzas de pacificación ni una congelación del conflicto, ya que eso impediría el arreglo político de la crisis.
Las consultas diplomáticas transcurren sin prisas, pero sin pausas, ya que en la zona de conflicto las hostilidades no cesan y los separatistas iniciaron una movilización descrita como voluntaria para hacer frente a las fuerzas gubernamentales.