El presidente estadounidense, Barack Obama, ironizó sobre sus rivales republicanos y recurrió a la autoparodia para comentar su problemático 2013, incluido el fallido inicio de la reforma sanitaria, durante la tradicional cena anual de corresponsales de la Casa Blanca.
"Habitualmente comienzo estas cenas con unos cuantos chistes sobre mí mismo, pero después de mi estelar 2013 ¿de qué puedo hablar?", comenzó Obama, en referencia los problemas ocurridos el pasado año que hundieron sus índices de popularidad a mínimos históricos.
Casi 3.000 invitados se congregaron en el gran salón del Hotel Hilton para homenajear a la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, en el centenario de la primera edición del evento, que pretende acercar con humor las labores de los periodistas que cubren la información del presidente y los funcionarios de la Administración de EE.UU.
"La gente dice que con mis encuestas a la baja mis compañeros demócratas no quieren hacer campaña conmigo. Y no creo que sea cierto, aunque es verdad que he notado cómo el otro día mi hija Sasha necesitaba un portavoz en la escuela y decidió invitar a Bill Clinton", dijo Obama, quien estaba acompañado por su esposa, Michelle.
No evitó, asimismo, los comentarios sobre el Obamacare, como se conoce popularmente la reforma sanitaria cuyo lanzamiento oficial en octubre pasado afrontó numerosos fallos en el sistema informático que lo coordinaba.
Al anunciar un mensaje grabado de homenaje a la organización anfitriona, vio cómo el vídeo se bloqueaba repetidamente y decidió llamar a la exsecretaria de Salud Kathleen Sebelius, responsable del lanzamiento y diana de las críticas más rotundas.
"¿Alguien puede ayudarme a arreglarlo?", preguntó ante las risas de la audiencia al ver entrar a Sebelius. Asimismo, aprovechó la ocasión para lanzar dardos contra los republicanos y el canal televisivo Fox, uno de sus más férreos opositores.
"Deben aceptarlo en Fox. Me echarán de menos. Será mucho más difícil convencer a los estadounidense que Hillary Clinton nació en Kenia", dijo Obama ante las risas de la selecta audiencia compuesta por periodistas, celebridades e influyentes personalidades de EE.UU.
Obama también se mofó de la cadena de televisión CNN por su cobertura considerada desmesurada de la tragedia del avión de Malaysia Airlines desaparecido el 8 de marzo pasado con 239 personas a bordo.
"Vengo con algo de jet lag después de mi viaje a Malasia. A los lugares que uno tiene que ir para recibir cobertura por parte de la CNN. Creo que aún están buscando la mesa de la cena", espetó Obama, de estricto frac.
A continuación, el comediante Joel McHale, que siguió a Obama en el podio, fue más mordaz y no se cortó al criticar al gobernador republicano de Nueva Jersey presente en la cena, Chris Christie, por su oronda figura, y al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, por los ataques internos dentro del Partido Republicano.
En un principio la gala fue pensada originalmente para los periodistas, pero en los últimos años se ha convertido en un desfile de artistas de cine, televisión y música que se reúnen en la capital de EE.UU. en la multitud de fiestas organizados por patrocinadores, medios y grupos de presión.
Entre los asistentes a esta edición figuraban el actor Robert de Niro, la actriz Lupita Nyong'o, el magnate cinematográfico Harvey Weistein o la estrella francesa Julie Delpy.