Rusia advirtió hoy a la Unión Europea (UE) de que utilizará medidas "extremadamente dolorosas" tras el acuerdo alcanzado por el G7 para la concesión de un préstamo a Ucrania que se financiará con los intereses generados por los activos del Banco Central ruso que se encuentran congelados en territorio de los Veintisiete.
Al respecto, Zajárova subrayó que "destinar fondos prácticamente robados a Rusia para la aventura militar del régimen de Kiev y sus patrocinadores es criminal y cínico".
"Un paso así no traerá nada bueno a Occidente. Las iniciativas ilegales relacionadas con el suministro a Kiev de dinero a expensas de otros están condenadas a provocar un definitivo desequilibrio en el sistema financiero y unas crisis destructivas", señaló.
Subrayó que el mayor riesgo recaerá en la UE, "que se enfrentará, por ejemplo, a una fuga de capitales (...), ya que se retirarán los fondos de los inversores de los países de la mayoría mundial".
"En Rusia hay suficientes propiedades y activos europeos y las inevitables represalias rusas serán extremadamente dolorosas para Bruselas", dijo María Zajárova, portavoz de Exteriores, en rueda de prensa.
CONTINUAS AMENAZAS DE LAS AUTORIDADES RUSAS
Desde el comienzo de la guerra las autoridades rusas han amenazado a las potencias occidentales con la confiscación de sus bienes en este país en caso de que estos utilicen los fondos congelados para satisfacer las necesidades de Ucrania.
Por eso, el G7 ha decidido usar los intereses futuros como un aval para un préstamo a Ucrania que estará financiado principalmente por Estados Unidos y que busca ayudar a Zelenski a reconstruir su país y comprar más armamento.
VON DER LEYEN: UNA "FUERTE SEÑAL" DE APOYO A KIEV
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que el préstamo del G7 a Ucrania a partir de los activos rusos es una "fuerte señal" de respaldo a Kiev y que "no saldrá de los contribuyentes europeos".
"Es una fuerte señal que estamos enviando a Ucrania de que los apoyaremos en su lucha por la libertad el tiempo que sea necesario, pero también para (el presidente ruso, Vladimir) Putin, que no puede prevalecer sobre nosotros", celebró al término de la primera jornada de la cumbre, en la región italiana de Apulia (sur).
Los líderes del G7, las siete democracias más industrializadas del mundo -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- han acordado un préstamo a Kiev avalado por los intereses generados por los activos que fueron bloqueados a Rusia tras la guerra en todo el mundo, mayormente en la Unión Europea, que ascienden a unos 260.000 millones de euros.
La idea es ofrecer este préstamo a la resistencia, de unos 50.000 millones de euros, con los beneficios de esos intereses, es decir, sin confiscar directamente los activos rusos.
"El mensaje también es que no son los contribuyentes europeos los que están pagando por el daño que Putin está causado con su guerra de agresión, porque serán las ganancias extraordinarias de los activos congelados en Europa las que contribuirán a este préstamo de 50.000 millones de euros para Ucrania", aclaró.
Von der Leyen también explicó que "todos los países del G7 contribuirán" al préstamo y que serán los ministros de Economía los que deberán detallar la modalidad de su ejecución "lo antes posible".
REFORZAR LAS TROPAS UCRANIANAS
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, celebró la aprobación del crédito y explicó que el dinero servirá para armar a las nuevas brigadas formadas por Ucrania para relevar a las que combaten en el frente.
“Este suplemento nos permitirá equipar completamente a las reservas, a esas brigadas que están listas”, dijo Zelenski en una rueda conjunta con el presidente de EE.UU., Joe Biden, a quien agradeció su “liderazgo” a la hora de impulsar el acuerdo alcanzado en la cumbre.
El jefe del Estado ucraniano explicó que dotar del armamento necesario a estas brigadas permitirá hacer rotaciones en la línea del frente y dar descanso a quienes llevan tiempo combatiendo.