El ejército ruso bombardeó anoche por segundo día consecutivo la ciudad de Odesa, en un ataque que muchos residentes de la ciudad han calificado en redes sociales de “masivo”.
Los misiles rusos alcanzaron una terminal dedicada a la exportación de cereales y otra infraestructura portuaria a través de la que se exporta combustible, según el balance de daños ofrecido por la Administración Militar de la región de Odesa.
“Los rusos lanzaron sus (misiles) Onyx y Kh-22 contra el puerto y contra la infraestructura crítica”, se lee en el parte, que añade que “una terminal de cereal y una de petróleo fueron alcanzadas” y que varios depósitos de combustible y equipamiento de carga resultaron dañados.
El ataque provocó además un incendio en la zona portuaria, añadió la fuente.
Además, varios edificios sufrieron daños en otra zona de Odesa al caer los restos de un misil interceptado.
Tres civiles resultaron heridos.
En la región de Odesa también fue alcanzada por los proyectiles una infraestructura industrial. Dos almacenes de la industria del tabaco y de los fuegos artificiales respectivamente sufrieron desperfectos como consecuencia del ataque.
Un empleado civil de una empresa sufrió heridas y los bomberos se movilizaron para apagar un incendio que se extiende por una superficie de más de 3.000 metros cuadrados.
En el ataque Rusia también utilizó drones kamikaze Shahed. Los restos de algunos de ellos cayeron sobre varios hoteles e instalaciones turísticas de una zona costera de Odesa. Dos civiles resultaron heridos en esta parte de la región.
La escalada contra Odesa y sus infraestructuras portuarias se produce después de que Rusia anunciara el lunes que no extenderá el llamado acuerdo del grano por el que permitía a los barcos ucranianos exportar cereales por el Mar Negro.
El puerto de Odesa era uno de los tres puertos desde los que se permitía la exportación de grano.